Pocos pudieron dormir
Ayer domingo, cerca del mediodía, inspectores municipales escoltados por numerosos patrulleros policiales y de Prevención Comunitaria, se apersonaron en una quinta de la calle Schweitzer al 600 en el barrio El Cazador para clausurar una «fiesta clandestina, hallándose 60 personas reunidas». Todo finalizó tras labrarse actas de infracción y clausura. Algunos vecinos se sorprendieron por el horario del operativo, ya que la fiesta se había iniciado un día antes con música a alto volumen, que no permitió conciliar el sueño de los vecinos más cercanos. «Se acordaron tarde de venir» dijo uno de ellos.
En Asucenas y Obligado sucede todos los fines de semanas desde hace años.
La policía y la municipalidad vienen pero las fiestas se continúan. Se ve que el dueño de la propiedad,según su propio decir,frente a vecinos y personal policial, es proveedor de insumos médicos del municipio y además muy amigo de nuestro intendente,cómo también estar vacunado con solo una treintena de años ,le da derecho a vivir de fiesta en fiesta día tarde y noche sin dar lugar a descansar a nadie ni a ninguna hora. Esperemos que algún día alguien lo pueda resolver
Es una lástima que la nota no de más detalles