Pocos pudieron dormir

Ayer domingo, cerca del mediodía, inspectores municipales escoltados por numerosos patrulleros policiales y de Prevención Comunitaria, se apersonaron en una quinta de la calle Schweitzer al 600 en el barrio El Cazador para clausurar una «fiesta clandestina, hallándose 60 personas reunidas». Todo finalizó tras labrarse actas de infracción y clausura. Algunos vecinos se sorprendieron por el horario del operativo, ya que la fiesta se había iniciado un día antes con música a alto volumen, que no permitió conciliar el sueño de los vecinos más cercanos. «Se acordaron tarde de venir» dijo uno de ellos.