Zoonosis suspende operativos de castración en barrios «por falta de presupuesto»

Además del ajuste implementado por la Municipalidad en la limpieza del distrito, que en este primer bimestre del año se hizo visible en la tardía recolección de los montículos de poda, parece haber otro aspecto que sufre restricciones. Un servicio que afecta directamente la salud humana.

«Se suspendieron los operativos de castración de Zoonosis en los barrios», informaron desde VeSPA, los vecinos por la Salud Pública Animal, un grupo conformado por residentes de Escobar que han estado abogando durante años por el cumplimiento de las leyes provinciales y nacionales relacionadas con la castración de perros y gatos.
«El año pasado los operativos en los barrios se llevaron a cabo con gran éxito, pero ahora, en enero y febrero, han sido suspendidos con la excusa de la falta de presupuesto», afirma Belén Keller, miembro de VeSPA, a Periódico El Cazador. «Sin embargo, el personal de Zoonosis sigue trabajando y los insumos implican un porcentaje del 0.047% del presupuesto municipal. Por lo tanto, solicitamos que en lugar de centralizar todo en un solo lugar –ya que la Dirección de Zoonosis está tan alejada y las personas no pueden viajar en transporte público con un animal- que el servicio vuelva a llegar a los barrios. Con el presupuesto aprobado en 2023, es suficiente para llevar a cabo estas campañas en los barrios».
VeSPA viene colaborando voluntaria y desinteresadamente con el Estado Municipal en sus campañas. «Con un gran esfuerzo por parte de los voluntarios que trabajaron arduamente en la coordinación y difusión de los operativos realizados, se llevó a cabo un trabajo excelente. Incluso se llegó a las islas del Paraná en lancha. Y la respuesta de la comunidad fue increíble, ofreciendo incluso sus hogares para conectar el móvil quirúrgico, y poder así ir cubriendo cada rincón del municipio», destaca Keller.
En un reciente encuentro con el director de Zoonosis, VeSPA volvió a escuchar una respuesta de procrastinación del servicio en los barrios. Sin embargo, aseguran desde el grupo no gubernamental, «terminamos el año pasado con el compromiso de que los operativos en los barrios continuarán y sobre esa base pretendemos seguir adelante».

Cada campaña de castración lleva un veterinario para castrar 14 animales

La suspensión del servicio en enero y febrero tendrá consecuencias: con la rapidez de reproducción de los animales, en dos meses se repuebla todo lo que se castró. Hay que tener en cuenta que una perra puede tener 10 cachorros y cada campaña de castración lleva un veterinario para castrar 14 animales, 7 machos y 7 hembras. Es decir, lo que se ha estado haciendo «no tiene un impacto significativo», por lo que, según Keller, «no solo debe continuar, sino que también deben modificarse los números actuales, sin suspender el servicio en los barrios ni un solo día al año. Esto es lo que debe suceder. Y desde esa perspectiva, estamos reclamando de manera muy respetuosa que se cumpla con el compromiso asumido. Además, mucha gente de los barrios ahora se está comunicando con nosotros, acostumbrados a vernos en los operativos, y ante la falta de respuesta en el 147. Es lamentable que este pequeño avance se haya detenido abruptamente debido a una supuesta falta de presupuesto, siendo tan bajo el monto necesario para ponerlo en funcionamiento y tan positivas las consecuencias que trae sobre la salud humana, animal y ambiental».