Un contenedor que provoca llanto

Indignación es lo que sintió mucha gente cuando encontró en una red social seguida por miles de personas en la localidad de Ingeniero Maschwitz, la fotografía del interior de un contenedor ecológico instalado por la Municipalidad en la Plaza El Dorado. “Pura fachada, muy lejos de su función real, solo colores, muchos colores para los ojos” afirma  un vecino ofuscado. Es que el frente, efectivamente, tiene buena apariencia (aunque mucha suciedad a su alrededor) y su objetivo es encomiable: clasificar los residuos por material para convertirlos en recursos. Pero una imagen de su interior muestra cómo los residuos clasificados y arrojados de buena fe por los vecinos, caen y se entremezclan todos en el piso. “En CABA, dentro de los contenedores, hay grandes tachos donde cae lo que se tira por los agujeros clasificadores” asegura una vecina.

Tal vez, mientras tanto, la Municipalidad haya reparado este grave error. Pero nos preguntamos: ¿es necesario que los vecinos tengan que estar atentos de que cada tarea de la comuna sea materializada eficiente y responsablemente? ¿No se pagan, acaso, tasas municipales elevadísimas que exigen, como mínimo, una contraprestación de servicios de excelencia?