Un candidato nacido en un vivero

Walter «Cuervo» Rodríguez (43) no titubea al preguntársele dónde nació: «Nací en el vivero Hisaki» y de inmediato aclara: «La familia de mi mamá se crió ahí, desde que nacieron. ¡Yo nací entre las plantas!» Quien conoce el vivero, también conoce a su madre, una señora afable, cortés y siempre dispuesta a asesorar al cliente. «Su pelo canoso es idéntico al mio» resalta Walter, orgulloso 2° candidato a concejal de la lista Avanza Libertad, el espacio de José Luis Espert.
¿Cómo llegaste a ser candidato a concejal?
Cuando Telmo Hisaki era presidente de la Fiesta de la Floir, Luis Patti venía a menudo al vivero y me decía «dale, metete en la política». Al principio no me gustó la idea, tenía 18/20 años. Después, a traves de Telmo lo conocí a Miguel Jobe (exconcejal), con quien estuve durante casi diez años dándole una mano en su espacio político. Y este año que no quería saber nada de política me llamó Maxi Patti y acá estoy. Me gustó el grupo porque somos todos vecinos.
¿Cuáles son los principios o valores que más te agradan en este espacio político?
La transparencia, que las autoridades digan todo, cuenten todo, que sean mucho mas transparentes.
¿Cómo te imaginás siendo concejal?
Personalmente quiero escuchar mucho a los vecinos. Me gusta mucho el deporte, ejercí el periodismo deportivo, por lo tanto le pondré un poco mas de atención a los clubes de barrio y a los deportistas de Escobar que necesitan apoyo. También a los feriantes. Con mi pareja tenemos precisamente un emprendimiento y aunque el intendente está mucho con ellos, falta todavía. Algunos se sienten solos, sin respaldo.
En las PASO sacaron un 6%, ¿cuántos votos necesitan para que ingrese al menos un concejal?
Necesitamos llegar a un 8,33%. Tengo mucha fe. Creo que vamos a sacar algunos de los votos de Castagnaro que no lo quieren a Costa, algunos de la izquierda que quedó afuera, hay mucha gente que no fue a votar (un 30%) y otros lo hicieron en blanco (un 9%).
Walter vive en Las Lomas y concurrió a la escuela 7 de El Cazador. «Las maestras me apoyaron muchísimo, ¡espero que también me voten!» dice guiñando el ojo. Trabaja desde hace 20 años en una fabrica en Zelaya; tiene una hija de 11, uno de 4 y una niña de su pareja actual de 9 años. La madre es una institución en el vivero Hisaki, y él, un vecino que  quiere  trabajar para mejorar el distrito de Escobar.