Tras una estafa, acudió a la Fiscalía y le resolvieron el problema

La veterinaria Lucila Morroni, residente del barrio El Cazador. vivió un infortunado episodio, aunque con un «final feliz». Hoy siente la necesidad de relatarlo para que su experiencia sirva de ejemplo para quienes deban afrontar situaciones similares, y por su deseo de expresar públicamente su agradecimiento a la Fiscalía de Escobar.

Ante un hecho de estafa realizado por el dueño de un taller de confección de muebles me acerco en mayo a la Fiscalía de Escobar para realizar la denuncia correspondiente.

Todo comenzó en enero de este año cuando pagué el 50 por ciento de anticipo por tres respaldos de cama que encargo para ser entregados dentro de los diez días subsiguientes. A los diez días el trabajo no estaba y me enfrento a diversas excusas. Así pasaron los meses (¡tres en total!). Al tiempo y «debido a la inflación» me dicen que mi seña ya no le servía para cumplir con el trabajo. A partir de entonces, el servicio que me querían brindar se alejaba cada vez más del acuerdo inicial pactado: para marzo era un solo respaldo y una butaca; en abril, un respaldo y la devolución de una mínima suma de lo pagado. Pero el sujeto seguía sin cumplir, ni accediendo yo a sus intenciones. Finalmente me informa que no iba a poder cumplir con el trabajo. Al reclamarle la devolución del dinero, me prometió devolverlo en dos cuotas, cosa que tampoco ocurrió. Por esa razón acudo finalmente a la Fiscalía de Escobar, donde realicé una denuncia penal. La Fiscalía se ocupó de la demanda y logró que el estafador devolviera mi dinero. El organismo público estuvo pendientes de mi caso incluso fuera del horario de atención al público para que todo se encamine correctamente. La denuncia fue realizada en mayo, feria judicial de por medio, y el dinero me fue devuelto en agosto. Luego de insistentes llamados, la Fiscalía logró acordar  con el vendedor. ¡Por su accionar, rapidez y eficiencia deseo agradecer infinitamente a la Fiscalía de Escobar!