¿Transparencia 10 o 0?

El intendente Sujarchuk participó del IV Conversatorio 2020 “Programas de Transparencia y Compliance en el sector público”, organizado por la World Compliance Association y la Oficina Anticorrupción Argentina.
Según el jefe comunal, Escobar fue el único municipio invitado debido a «nuestra decisión, tomada en julio de 2019, de ser el primer gobierno de Latinoamérica en iniciar el proceso de certificación de la norma ISO 37.001, la norma de transparencia más importante vinculada a la gestión pública a nivel mundial».
«Representar a cada uno de los escobarenses contando esta experiencia inédita es un verdadero orgullo porque proyecta a nuestro distrito como precursor absoluto en la elaboración y aplicación de estrategias para cada uno de los procesos de la administración del Estado sean controlados y auditados» expresó el intendente. «Quiero agradecer por la invitación a Lina Anllo y a Sergio Nóbile, máximos responsables de la World Compliance Association en Argentina, y reafirmar mi compromiso en la búsqueda permanente de hacer de la gestión pública el ámbito principal desde donde se impulsen los mejores ejemplos de transparencia en la lucha contra la corrupción» concluyó.
Sin embargo, existen antecedentes de que la realidad descripta por el Intendente Sujarchuk dista de ser tal. Los últimos dos informes de la  Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) ubicaron a Escobar entre los distritos que obtuvieron la calificación más baja: un 0 (cero) en transparencia fiscal. Y las pruebas son tangibles: la falta de un boletín oficial digitalizado y la nula difusión de decretos, licitaciones y cuentas en su sitio web comprometen la transparencia de la gestión municipal. Otro hecho fácilmente comprobable que pone en duda la transparencia de esta administración es la violación sistemática del artículo 9º de la ordenanza 5229/15 que determina que el Departamento Ejecutivo debe publicar en el sitio Web del municipio, la secretaría o repartición municipal responsable de la ejecución de los proyectos ganadores del Presupuesto Participativo y el monto finalmente erogado en cada uno de ellos.
Por lo visto, existe una biblioteca que respalda al jefe comunal  y otra que la deja muy mal parado.