Se casó el «conciliador»
Es una persona estimada en su comunidad, el barrio El Cazador. Cuando los vecinos se enteraron de su casamiento recibió un aluvión de saludos y buenos deseos. El amigo Nico, que siempre le pone un toque de humor y buena onda al grupo de WhatSapp que «entra en crisis» a raíz de alguna discusión de fuerte tono, tiene la cualidad de saber elegir las palabras precisas para detener una pelea virtual. Es un auténtico conciliador o pacifista.
Su nombre completo es Nicolás García («hijo de Emilio García, más conocido como Emijuan y Ana María Torre, pero todo el mundo la conoce como Mary»), y el de su señora Melisa Sastre Luengo. «Nos conocimos por una amiga en común, Florencia Tatangello, ¡más que amiga es una hermana! Ella nos hizo el gancho para que nos conozcamos hace aproximadamente unos seis años. Luego de unos dos años de noviazgo decidimos venir a vivir al Cazador», cuenta Nico, quien trabaja en el rubro papelero, «pero la mayoría de mi tiempo la invierto en la crianza de nuestros hijos Francisco y Vicente». Meli desempeña actividades en la Secretaria de Cultura del municipio.
«Yo soy una persona que cuando duerno no sueño, o al menos no los recuerdo al despertar -sigue relatando Nico-. Pero una noche soñé que estábamos en un festejo; Meli de blanco caminando hacia el altar y que no éramos tres en la familia sino cuatro (Vicente todavía no había nacido), ese sueño tenía una fecha. Era el 21-2-21. Se lo conté a mi señora y dijimos ¡Listo, nos casamos! Muy contentos empezamos a proyectar dicho casamiento, pero se nos vino la pandemia del coronavirus y todo quedó frenado. La cuestión es que llegó a nuestras vidas ¡Vicente! y la fecha de parto según calendario, ¡tenía que ser el 21-2-21! ¡Ese sueño tenía un significado muy importante para mi! Imaginate que de no soñar nunca, aparece una imagen: un hijo en camino y en esa fecha. Al final, por cuestiones de cesárea programada, Vicente nació unos días antes. El 22-09-22, habiendo pasado mas de 1 año y 7 meses del nacimiento, dimos el SI!»
Por último le consultamos sobre sus proyectos o sueños familiares: «Nuestros proyectos a futuro son poder edificar nuestra casa propia, en el barrio, obvio. ¡Y poder viajar mucho junto a nuestros hijos! Verlos crecer y sobre todo hablar con ellos. El tiempo mejor invertido es el que se pasa en familia, los regalos materiales pueden estar buenos, pero el tiempo que uno pasa con los seres queridos es impagable. Eso quiero para mi familia, ¡ser felices y mantenernos unidos».
¡Felicidades chicos!
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