RAFAM: una herramienta vital para detectar irregularidades en la gestión municipal
La oposición en el Concejo Deliberante se mostró unida y acompañó al oficialismo en su voto positivo de la rendición de cuentas del año pasado. Sin embargo hubo observaciones de índole político en cuanto a la derivación de los recursos y al reclamo del cumplimiento de una ley y exigencia del propio Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires: que todos los concejales tengan acceso directo al Rafam. Porque como dijo el expresidente y creador del espacio político que gobierna el Municipio de Escobar, Juan Domingo Perón: “El hombre es bueno pero, si se lo vigila, mejor».
¿Qué es el Rafam? Básicamente se trata de un software cuyo «núcleo administrativo contable» está compuesto por diversos módulos. Uno de los módulos más interesantes es el de las contrataciones, sobre todo en la jurisdicción de un municipio que adolece de falta de transparencia o cuyas licitaciones sorprenden, por ejemplo por el rápido deterioro de la obra pública.
Por medio de este módulo se conforma y realiza todo el proceso de compras que puede efectuar un organismo. Se comienza por la operación denominada pedido de suministro, donde las distintas áreas manifiestan las necesidades que tienen en cuanto a adquisición o contratación de bienes o servicios. Luego se generan los pedidos de cotización a los distintos proveedores, pudiendo cargar en el sistema las ofertas para luego realizar la comparativa de precios y determinar quiénes son los aptos para concretar las adquisiciones, conformando así las órdenes de compra. Para poder realizar de manera ordenada los pedidos, el módulo propone un catálogo de bienes y servicios, el cual se puede actualizar según las diferentes necesidades de los municipios. Además, se mantiene un registro de proveedores donde se guarda toda la información referente a los mismos.
A fines de marzo, los concejales recibieron cinco voluminosos tomos de la rendición de cuentas, en la que cada licitación estuvo acompañada por los respectivos pliegos para constatar que administrativamente se llevaron adelante del modo correspondiente. Sin embargo, los múltiples pasos que describe el Rafam son desconocidos por los concejales. Pasos que podrían explicar, por ejemplo, el motivo de la rotura de calles al poco tiempo de pavimentarse.
Según la concejal María Hernández (Juntos), el Rafam es básicamente «un sistema informático y financiero de los municipios en el que cada municipio vuelca día a día los ingresos y egresos como si fuera un libro diario». Eso permite que los concejales puedan realizar «un monitoreo más estrecho de la ejecución del presupuesto y poder ir marcando eventuales desviaciones; las necesidades para priorizar en determinados temas y objetivos; ver cómo está resultando la recaudación y a partir de ahí poder proponer, por ejemplo, una reducción en algún tipo de tasa, que implica un esfuerzo innecesario de parte de los vecinos».
La rendición de cuentas contiene algunas partidas o sin partidas designadas como «otros», cuyos gastos que engloban se desconocen. Entre éstas, en el rubro «servicios personales», aparece un «otros» originalmente presupuestado en 340 millones de pesos, que se amplio durante la ejecución del presupuesto en 422 millones, es decir que el gasto final resultó ser de 700 millones de pesos. Puede tratarse de locaciones de obra, luz, gas, teléfono, mantenimiento de espacios públicos, es decir servicios básicos que requiere el municipio. Todas estas dudas pueden aclararse consultando el RAFAM. «No quiere decir esto que se trate de algo necesariamente espureo, sino que es difícil de controlar», concluyó la concejal.
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