Quedé varado en Escobar

Mi nombre es Horacio Lewis. Soy medico psiquiatra y vivo en Noruega. Por la pandemia quedé varado en Escobar, vine de visita por el nacimiento de mi tercer nieto en diciembre y no pude volver en abril a Noruega donde resido desde hace nueve años. Estudié en la UBA y terminé mis estudios en Francia, en aquel entonces era un joven idealista peronista y por razones de seguridad, mis padres me mandaron a estudiar afuera, ya que nací por casualidad, por el trabajo de mi padre, en Lyon, Francia.
Viví hasta mis 22 años en Argentina y el exilio no fue fácil, pero me adapté, terminé mi carrera en París y en el año 80  entré a trabajar primero en Médicos del Mundo y tres  años después en Médicos sin Fronteras.
Por este motivo he visto cosas espantosas en  catástrofes y pandemias en las que trabajé, estuve en Nicaragua y Guatemala y también en África, y realmente he visto y vivido cosas horrorosas.
Digo esto porque me causó entre gracia y algo de bronca cuando a una de mis  hijas, que se dedica a rescatar animales de la calle, además de criar a sus dos hijos de 4 y 9 años, la vi preocupadísima por la inactividad del Centro de Zoonosis para esterilizar animales de la calle.
Ahí mi hija me mostró el posteo de alguien que tengo entendido trabaja en Zoonosis, con una foto digna de nuestro trabajo como médicos en lugares de alto riesgo, y cuando digo que me resultó algo gracioso fue porque le pregunté a Azul, mi hija menor, si en este centro esterilizaban mujeres (?). Ya que no vi el problema de regular ordenadamente los turnos para hacer un trabajo absolutamente necesario en los países del tercer mundo, como éste.
Peor aun fue mi molestia cuando hace un mes vi a un hombre mayor, veterinario, entrando a su veterinaria, y ahí también me enteré que trabajaba en Zoonosis, pero por su edad no estaba haciéndolo, aunque sí puede trabajar en forma particular…esas cosas que pasan en Argentina y son incomprensibles.
Lamento mucho no poder convencer a mis dos hijas a venir con sus respectivas familias a vivir a un lado del mundo más serio.
Este país tiene como el Mal de Chagas, el Mal del Estado, los empleados estatales cobran igual aunque no trabajen, pero sí pueden hacerlo en el ámbito privado, ya que la atención veterinaria es una actividad necesaria, que no debería haber cesado por la pandemia que contagia entre humanos y no animales, vergonzoso. No sé si el responsable de tanta irregularidad es el Intendente o el director de Zoonosis, el que haya sido, obró sin ninguna responsabilidad ciudadana.
Realmente lamento cada vez que vengo de visita, nunca me quedo menos de tres meses, ver que gobierne quien gobierne, las cosas no mejoran en nada y se continúa con tirarse la pelota unos a otros, veo con tristeza que es una situación sin retorno.
Al menos mi hijo vive en España, con él y mis nietos estoy mas tranquilo.
También quería dejar mi opinión sobre el cambio de administración y nombre del Sanatorio San Carlos. Pocos países tienen una dirigencia tan incoherente. Qué fue eso de poner el nombre de un ex presidente a un centro de salud  una vez que lo empieza a manejar El Mal Estatal. Leí que falleció la responsable de terapia intensiva por Covid, si no entendí mal. Me pregunto, entonces, porqué no se puso el nombre de esta doctora, que no solo trabajaba en el centro de salud, sino que también, digamos, dejó su vida ahí. Cosas que jamás entenderé de este país. Y estas situaciones son las que cuando me entristezco un poco por haberme transformado hace 40 años en un exiliado que recorrió el mundo entero trabajando honesta y seriamente, vuelvo adonde vivo hace ya muchos años, con algo de frío pero totalmente tranquilo, donde pago el 42% de impuesto a mis ganancias, sabiendo que ese dinero a nadie se le ocurre que termine en la cuenta de ningún gobernante. Ni a ningún trabajador noruego se le ocurre no hacer el trabajo que debe hacer, por ningún motivo, tampoco por esta pandemia.