Pocos y olvidados

Gabriel es un joven isleño que recibe a diario el Periódico El Cazador y que decidió en las últimas horas transmitir públicamente la realidad que está viviendo la población, escasa por cierto, de ese hermoso rincón del Partido de Escobar. Para ello nos envió algunos audios e  imágenes del estado en que se encuentra actualmente su hábitat, el Río Luján. Con palabras simples pero elocuentes describe su preocupación  y cuenta cómo es ese paraje  inserto en un escenario  de exuberante y asombrosa flora y fauna autóctonas. Un río ubicado a pocos kilómetros de un Escobar, que siempre le ha dado la espalda:

«Les mando algunas fotos del Río Luján, tapado, sin dragar, innavegable, así está. Solo han dragado el Santa María para desaguar, pero de Panamericana para el otro lado (hacia el lado de El Cazador), el río está todo tapado. Serán unos 10 kilómetros. Mi primo les sacó unas fotos, donde se ve el abandono. Y ni hablar del camino que va al Paraná. Hay que hacer un curso para poder llegar. Otros sectores del Luján están bien, como para el lado de Dique Luján, Tigre, San Fernando. El peor trayecto es desde donde el río choca con El Cazador hacia el lado izquierdo, como yendo hacia Campana, ese pedazo hasta el Santa María está olvidado. Y acá, como somos pocos vecinos, no se preocupan en dragarlo. Todo lo que les pueda informar, cuenten conmigo, porque me gusta el delta, me gusta defenderlo, verlo bien, que los vecinos también lo puedan disfrutar. Por eso relaciono el río y el camino, para mi van de la mano. Porque al estar el camino bueno y una costanera en buenas condiciones, los vecinos podrían ir y disfrutarlo. Hoy lo vemos abandonado, igual que el camino. Como que al Municipio no le interesa. Estando limpio, dragado y el camino correctamente, será fomentar el turismo. Es una lástima. El río tiene  mucha vida, yo que estoy en contacto con la naturaleza, veo fauna, peces, aunque no lo crean, sigue entrando el surubí, el dorado, el pejerrey, hay carpinchos, volvieron a aparecer ciervos de pantano. Cuando ando por acá, veo todo eso, el lobito de río, nutrias, pavas de monte. Esto tiene mucha vida».