Municipalidad vendió terreno fiscal usurpado

Cuando los funcionarios de Escobar afirman que la Municipalidad es transparente, faltan a la verdad. Esta falta de transparencia no es una mera declamación sino un dato de la realidad, que comprueba un ciudadano, un medio de prensa o un concejal cuando solicita en forma escrita o verbal información que la comuna retacea entregar. ¿Pueden enviarme el convenio firmado entre la Municipalidad y las empresas que depositan sus residuos en la cava de la calle Manny? ¿Qué pasó con el servicio municipal de internet? ¿Qué sucedió con los terrenos vendidos hace dos años por la Municipalidad para recaudar fondos destinados a la construcción del colegio secundario preuniversitario? Son solo algunas de las preguntas que los funcionarios se abstienen de responder. Pareciera que la comuna se transformó en una institución  del Estado con secretos que deben mantenerse bajo cuatro llaves.

Con esto coincide la concejal Carina Chmitt, una de las pocas ediles que se atreve a manifestarlo a viva voz y que suele involucrarse en hechos verdaderamente insólitos, por no decir escandalosos. Entre ellos, precisamente el de los terrenos fiscales vendidos hace dos años por la Municipalidad. Leamos lo que dice la concejal con relación  al tema:

«Los terrenos se licitaron, nosotros (los concejales) perdimos contacto con eso tras aprobar la adjudicación. Lo único que yo sé es de un  terreno de Maschwitz, porque la persona que compró  me llamó y lo fui a ver. Se trata de una joven pareja que compró hace dos años, ilusionada, su primer terreno para construir, en la zona de quintas de la Ruta  26. Lo licitaron, pagaron el 50% de la licitación y  nunca pudieron tomar posesión del terreno porque está usurpado. Una vecina cerró la calle de los dos lados y no pudieron ingresar al terreno que compraron.  Yo hice ahora una presentación en el Concejo Deliberante para que arbitren los medios para abrir la calle, para que el vecino pueda acceder a su terreno, y que pueda ingresar el agrimensor para escriturar. Pagó por el terreno y no lo puede usar. Si los terrenos estaban aptos para licitar ese terreno tenía que estar despejado. No puede ser que el que licitó se vaya a pelear con la vecina. Terminaron todos peleados y el comprador no puede ir más. La pareja está a la miseria. En un principio hablaron con funcionarios municipales que se comprometieron en abrir la calle, para ello habrían presentado un amparo. Es una situación insólita porque la calle es de dominio público, por lo tanto deberían sacar los portones y el alambrado, y se acabó el tema. Como pasa en cualquier lugar con  alguien que se le ocurre cerrar una calle arbitrariamente. No sé porqué no la abren. ¿Quién es la vecina?».

En este mismo marco, también se vendieron varios lotes fiscales en El Cazador. Qué sucedió con ellos, es una pregunta que no puede responder la concejal ante la falta de información. Sin embargo un vecino de los terrenos allí licitados, ubicados entre las calles Botticelli, Tintoretto y Rubens, aseguró a este medio que «fue un excelente negocio porque los valores adjudicados estaban muy por debajo de los precios de mercado», y agrega que «si bien no fue una ganga como lo de la venta en El Calafate, ¡valía la pena comprar!» Sin embargo a dos años de su adjudicación nada se ha alterado en esa zona del barrio. «Nadie vino, ni los agrimensores, ni los nuevos dueños. Es raro» concluye el vecino.

Es una verdadera lástima que el Municipio prefiera callar sobre este y muchos otros asuntos, y no comprenda que solo la transparencia de una administración genera confianza y credibilidad, y evita que se esparzan rumores y especulaciones.