Mis viajes a España

 

Durante mucho tiempo, por distintas circunstancias, tuve que aguantar mis ganas de recorrer España, ya que mis padres me trajeron de un año, y recién en el año 2000 pude ir con mi mujer y un matrimonio amigo. En ese viaje recorrimos muchos kilómetros y ahora digo que no fue el mejor de los cuatro realizados, quizás por ser el primero y no tener experiencia de viajero.

El primero fue a Madrid y de allí al sur, Málaga y toda la costa del Mediterráneo hasta Barcelona, para luego hacer Asturias, Galicia y regreso a Madrid. Y digo que no fue el más lindo, porque fue muy rápido, con muchas expectativas y pocas vivencias. Las más rescatables fueron en Barcelona recorriendo las principales obras de Gaudí (La Sagrada Familia, La Pedrera, Casa Batlló y el Park Güell). Luego camino a Galicia haber podido entrar en el Monasterio de Yuso y Suso en San Millán de la Cogolla, La Rioja, en este lugar nació la lengua española. Otra cosa que nos impactó fue el haber ido en Asturias a La Pola de Allande, para ver la casa de mi amiga, donde vivió su madre y que con 4 años se llevaron sus hermanos a la Argentina, sin nunca más ver a sus padres. Esa pequeña casa seguía en pie. Con el pesebre para las vacas y arriba una casa muy precaria, hoy usada para cobijar las vacas de un vecino.

No puedo dejar de mencionar en este viaje, el haber ido a Betanzos, el pueblo donde nació mi padre y mi bisabuelo, este último se vino junto a su hermano a hacer la américa en el año 1870 y que con todo su orgullo “Indiano” y mucho trabajo regresó a su pueblo para ser un gran benefactor, dando obra y trabajo a los del pueblo.

Y por qué digo, después de 22 años, “que este no fue el mejor de los cuatro”. Porque los siguientes fueron más planeados, con más experiencia para conocer e involucrarme con las gentes de todo tipo, saber de sus costumbres y experiencias.

El segundo fue en 2016, fui acompañando a mi yerno a ver a su padre que vive en Granada y de allí a Madrid. Me pareció muy corto por todo lo que hay para ver en Granada: Ronda, los pueblos blancos y las casas dentro de los cerros de los gitanos en Guadix. De regreso a Madrid en micro y destacando la puntualidad, limpieza y confort, ya que tenía wifi y asiento super confortables con una tarifa común. Madrid la recorrí a pie, fui viendo todo lo que me interesaba: el Palacio Real, Plaza Mayor, Cibeles, Puerta del Sol, y un sinnúmero de otras atracciones culturales e históricas.  ¡Y también “el museo del jamón”! Después tomé un micro al Escorial y el Valle de los Caídos. Este lugar es muy discutido en España porque fue hecho en la época de Franco, aunque también es respetado por quienes lo combatieron dado que recuerda a los miles de españoles caídos en la guerra civil.

Para el tercer viaje, realizado con mi hermana y mi cuñado, pude hacer lo que quería. Andar en auto con un GPS apagado recorriendo autopistas y peajes. De esta manera transcurrieron los 30 días y 5.000 km desde Madrid hasta Huelva, entrando a Portugal por el sur y subiendo hasta Lisboa, Sintra, Lourdes y Oporto. Para luego entrar a España por Galicia, siguiendo por Asturias, Cantabria y País Vasco, San Sebastián, Navarra y otra vez Madrid.

Aquí les marco ciudades grandes, como para que se vea la trayectoria, pero lo hermoso era parar en los pequeños pueblos y preguntar de todo. En pocos kilómetros recorridos siempre teníamos algo, ya sea un castillo, una iglesia, un rio, puentes de 1000 años atrás o una feria callejera que nos brindaba alguna comida no conocida y siempre muy muy buena.

Todo esto lo realizamos en auto alquilado y contratando departamento por las clásicas páginas que se dedican a ello. Además, ya teníamos GPS y tanto las carreteras como las señalizaciones son todas muy buenas y claras. Contábamos con una ventaja para estacionar, ya que mi hermana tiene permiso para hacerlo por contar con carné de discapacidad. Lo respetan muy bien y siempre se consigue lugar para aparcar. En Argentina hay que hacer un trámite para que tenga validez en el exterior y llevar impreso el cartel para poner en el parabrisas y la luneta.

Lugares para comer hay de a miles y para todo presupuesto, claro que al parar en apartamentos se ahorra mucho, comprando para cocinar en los super, que siempre tienen comida elaborada. Estos departamentos en su mayoría cuentan con lavarropas, micro hondas, cafeteras. etc.

El cuarto viaje fue con la misma compañía y las mismas características. Partiendo de Madrid hacia Bilbao y de allí, en paralelo a Los Pirineos, recorrimos un sinnúmero de pueblos medievales de montaña, todos muy pintorescos. Por ejemplo Anso, Barranco de Cupero, Berdun, Palacio de Sada, Hecho, Castillo de Loarre, Adahuesca, Castellfollit de la Roca, Barcelona, Ventano del diablo, Cuenca, Aranjuez y de ahí a comer croquetas, chistorras, jamón ibérico, etc. a Madrid, que cada día está más linda.

En este viaje recorrimos menos kilómetros. Solo 3.000 pero con las vivencias que nos trajimos de recorrer lugares de España poco tradicionales.

En este viaje tampoco tuvimos problema en alquiler de auto y departamentos.

Como notarán me gusta mucho armar los viajes y estoy deseoso de ayudar a dos amigos que van a España para que lo disfruten como lo hicimos nosotros. Cabe destacar que a pesar de mis 71 años, no me pesa manejar, ya que lo hice toda mi vida laboral y en Argentina recorrí en auto todas las provincias (menos Malvinas, como me aclaró mi nieto mayor).

Quiera Dios me dé “salud y pesetas” (como se dice en España) para poder hacer otro viaje.

Pino González (Belén de Escobar)