Mientras tomaba fotografiaba, sucedió algo insólito 

En la tarde tibia del martes 18 de mayo mientras que estaba en pose para fotografiar al colibrí de garganta blanca que revoloteaba entre la bignonia rosa y otras flores de mi parque, pude observar la presencia de dos caranchos volando a baja altura y perseguidos por varios chimangos que volaban al ras de la cabeza de los caranchos tratando de alejarlos de la zona. Perdí visión del colibrí que disparó velozmente, pero luego regresó al lugar en un ir y venir (seguramente para defender su nido). El benteveo se sumó a la estrategia de persuasión con un timbre de chillido agudo y repetitivo.

De repente, escucho entre las ramas del alcanfor un ruido y mucho movimiento. Pensé que el carancho había capturado algún pichón en su nido o que algún pájaro se escondía entre las ramas del árbol. A todo esto, el colibrí parecía un torpedo aéreo, entrando y saliendo de la enredadera de cuyas flores se alimentaba.

Corrí debajo del alcanfor para ver qué sucedía y allí estaba uno de los caranchos gritando en lo alto con sus alas extendidas sobre las ramas laterales del árbol como si hubiera hecho un aterrizaje forzoso.  Traté de fotografiarlo, pero mientras enfocaba la cámara, escuché a menos de un metro de mis pies un ruido sordo, seco. Miro…. y allí estaba la presa…tendido en la tierra, sin vida, un cuis.

Mientras observaba al cuis, el carancho se recuperó de su aterrizaje forzoso y se unió a su acompañante para seguir viaje. No obstante, comenzaron a volar en círculos, patrullando la zona donde había caído la presa sustanciosa. Sin éxito, ante el acoso constante de los chimangos, se retiraron del lugar.

Llegó la noche. El cuis yacía en el parque apenas iluminado por las luces tenues de los faroles del jardín. El rocío tejía un manto sobre su pelaje gris y cuerpo alargado. Había decidido enterrarlo al día siguiente pero no sucedió.

La presa desapareció durante la noche o quizás al amanecer sin dejar rastro de su paso por el jardín.  Evette (Barrio El Cazador)

PD: las fotografías que saqué muestran al carancho, cuis y picaflor de garganta blanca, protagonistas de esta historia.