Los castigados de Escobar

Bajo el título «Los castigados de Escobar», Telenoche presentó ayer un duro informe contra la Municipalidad de Escobar debido al próximo emplazamiento de una alcaidía en el barrio del Cementerio en la ciudad cabecera del distrito. «El Estado abandona a muchas personas», expresó la conductora del programa televisivo. «A algunos ciudadanos los castiga, se ensaña, en lugar de cuidarlos. Es el colmo de lo macabro: no tienen gas, no tienen agua corriente, muchos  lugares no tienen asfalto y encima tienen un crematorio al lado y ahora quieren ponerle una cárcel», recalcó Diego Leuco.

El informe tuvo un fuerte impacto en la Municipalidad que intentó -según vecinos del barrio del Cementerio- vanamente en persuadir al canal 13 de suspender su emisión. «Cuando se rompe el orden de prioridades pasan estas cosas. Para que un barrio prospere tenés que hacer cloacas, red de agua potable, de gas, calles transitables. Si en vez de hacer todo esto pagás favores políticos, un intendente que ofrece tierras a la provincia porque (la provincia) necesita alcaidías, lo cual está bien, es lógico, pero antes de esto tenés que hacer un montón de cosas. Los que padecen, los que sufren, gritan desesperados pidiendo cosas y solamente los castigan. Los están enfermando, un crematorio en el medio de un barrio, que otra cosa puede hacer además de dañarle la salud a la gente. También hay un basural. El barrio tiene 80 años y lo unico que hacen es castigarlo», sostuvo el periodista Gustavo Tubio, a cargo de la crónica.

Todos los vecinos entrevistados salieron a mostrar su preocupación y desesperanza por el presente y futuro de su barrio: «No tenemos cloacas, no tenemos gas, no tenemos agua potable,  y  traer una cárcel con cientos de presos aquí»; «Creo que nos están castigando por algún motivo que no sabemos cuál es, no tenemos plazas, no tenemos mejoras en la educación, no tenemos un polideportivo, no tenemos recreación para nuestros jóvenes y niños»; «A pesar que el intendente dice  que esto no es una cárcel sino una alcaidía, para nosotros es una cárcel, porque van a venir más de 700 presos a un barrio de 2.400 personas que nos cambia la vida totalmente».

Varios fueron los vecinos que aclararon no oponerse a la construcción de la alcaidía pero manifestaron su desacuerdo con el sitio elegido: «Sabemos que se necesitan alcaidías, las cárceles están repletas, con gente hacinada, pero el problema es porqué acá, este no es el lugar, porqué enfrente de nuestra casa, ya tenemos el crematorio y el cementerio, es demasiado». Una mujer resaltó que pese a la supuesta voluntad de diálogo que mostró el intendente Sujarchuk, «él nunca nos escuchó».  «Le dijimos al señor intendente que nos preguntó porque no la queríamos. El nunca nos escuchó.  Sí nos recibió, pero nunca nos escuchó. Mientras nosotros hablábamos con él, él seguía con los trámites para hacer la cárcel».

El informe televisivo incluyó un diálogo que Sujarchuk había mantenido con la prensa local durante el cual había reconocido que «si me preguntan a mi  si quiero una cárcel al lado de mi barrio, de mi casa, por supuesto que no». Consultado sobre esta declaración por Canal 13, el Secretario de Seguridad, Nicolás Serruya, afirmó que «tal vez el lugar (para la construcción) es complejo de seleccionar, es como la anécdota que uno a veces plantea: todos necesitamos una estación de servicio cerca, pero por ahí nadie la quiere tener al lado de la casa».

La nota televisiva resultó esclarecedora; los vecinos afectados por la cercanía del futuro establecimiento carcelario y muchos otros que consideran un verdadero absurdo construirlo en una zona urbana cuando a pocos kilómetros de Escobar existen miles de hectáreas de campo, no entienden aún la falta de tacto, empatía y sensibilidad de la clase política del distrito, ya que desde el intendente hasta el último de los concejales apoyó esta decisión tan controversial.