La primera fundación  de Buenos Aires fue…en El Cazador

«A Kirbus le pareció cuento cuando leyó una polémica al respecto escrita por Guillermo Furlong en 1973, en la que decía que la primera Buenos Aires (la de Pedro de Mendoza) se había emplazado en el Parque Patricios y no en el Lezama, como se creía» sostiene Nahuel Coca en Autoblog. Federico Kirbus, conocido periodista, escritor e investigador, llegó a la conclusión de que la primera Buenos Aires debía encontrarse cerca de Belén de Escobar, 50 kilómetros al norte de la actual. «Dispuesto a encontrar evidencias, Kirbus cargó una pala en su coche y partió a las barrancas de El Cazador donde empezó a imaginar posibles puntos de excavación entre las casaquintas, algo que rápidamente se demostró imposible. Finalmente, en la tierra removida de la pista del aeroclub de Escobar, encontró lo que tanto buscaba. Lo que ustedes tienen aquí son pequeños pedazos de cerámica querandí del siglo XVI y dos balas de arcabuz del mismo periodo. Para mí son evidencia de la presencia tanto de indios como de españoles en la zona donde yo considero que fue fundada la primera de las tres Buenos Aires”.

En los años 90, el entonces intendente de Escobar Luis Abelardo Patti había proyectado instalar un monolito en El Cazador, en base a los testimonios expuestos por Federico Kirbus.

Recientemente, el escritor Eduardo Arcuri, asiduo colaborador de Periódico El Cazador, escribió un libro titulado La Escondida Historia sobre la Primera Buenos Aires, en el que también se sostiene que la primera fortificación o “Real” y el puerto de Buenos Aires en 1536 por Dn Pedro de Mendoza se realizó en Escobar. Sus pormenorizados  e interesantes relatos motivaron que el concejal Diego Castagnaro solicitara al Concejo Deliberante de Escobar declarar «de interés» la obra literaria. «Eduardo Arcuri es quien se ocupó de la narrativa y parte de la documentación histórica, corresponde aclarar que se contó con la directa colaboración y aporte de bibliografía de Pedro Luis Santroni, investigador de hechos históricos y de Marcelo Sica» destaca Castagnaro entre los considerandos de su pedido. Y agrega: «Asimismo, se destaca la colaboración de profesionales en las disciplinas de geología, antropología, arqueología, arquitectura e historia, para conformar un primer equipo que permite hoy presentar a discusión, como una renovada hipótesis iniciada por Federico Kirbus y otros pioneros de la historia local, sobre la posible fundación de la “Primera Buenos Aires” en las barrancas del Partido de Escobar».

La presentación del concejal Castagnaro contiene otros valiosos y curiosos fundamentos sobre la ubicación del primer Buenos Aires:

  • Durante la conocida Década Infame, luego del derrocamiento de Hipólito Yrigoyen, con intenciones de celebrar en 1936, el IV centenario de la Ciudad de Buenos Aires y desconociéndose argumentos históricos sobre el exacto lugar del asentamiento, hizo que el entonces intendente de la ciudad, Mariano de Vedia y Mitre durante el periodo de 1932-1938, decidiera formar una comisión investigadora del acontecimiento histórico, para que oficialmente se reconociera que el adelantado Dn. Pedro de Mendoza, fundó la ciudad de Buenos Aires, en los primeros días del mes de febrero de 1536, precisamente en la zona donde actualmente se encuentra el Parque Lezama y es en este punto donde primaron argumentos políticos y no el rigor de la evidencia donde surge la revisión que da origen a esta importante hipótesis.
  • Durante la investigación en las barrancas de El Cazador no se buscaron los restos de una “ciudad” ni de un asentamiento hecho de adobe hace casi 500 años, tal como lo relatan las crónicas, sino que los autores se concentraron en explorar aquellos lugares donde encontraron los vestigios más relevantes, como ser: + El análisis de la sedimentación del estuario que, hace 500 años, permitía la navegación de las naves de la época hasta la actual localidad de Belén de Escobar. + Localizar el lugar del combate del día de Corpus Cristi según los objetos hallados oportunamente con la  colaboración de baqueanos locales. + Estudio del terreno para fijar el asentamiento nativo aledaño a una gran laguna de abundante pesca, tal como la describe Ulrico Schmidl en sus crónicas. + Se buscó definir el cementerio indio o los restos fósiles de una batalla, permitiéndoles determinar que en “Las Vizcacheras” se hallaron restos óseos humanos de nativos que no obedecen a los ritos de enterramiento de tribus locales, sino a muertos en combate, coincidente con el relato del sacerdote portugués Antonio Rodríguez, testigo presencial del enfrentamiento y se intento deducir el posible lugar donde fue hallado el cuerpo sin vida del capitán Luján, adecuando al relato de que su caballo corrió desbocado con su jinete malherido, los que fueron hallados a la vera del río que bautizaron con su nombre. Cuando, según se leen mapas relevados durante el siglo XVI, el río Luján desembocaba directamente en el “Gran Paraná” y no en el Río de la Plata como lo hace actualmente, pasando por la localidad de Tigre. + Todo lo expuesto nos resume el lugar de los acontecimientos como sucedidos en la zona denominada “Las Vizcacheras” en el Partido de Escobar.
  • Según el convenio del rey se debía precisar el punto estratégico militar para controlar el estuario ante la posible invasión de los portugueses lo que es coincidente con las barrancas de El Cazador, según las distancias descritas por Schmidl y sobre todo, las unidades de medidas de longitud correspondientes a las múltiples variantes que existían en Europa para especificar la milla “weg”, la legua vulgar y las varas; resueltas al fin, por orden del rey Felipe II de España (1527-1598) que terminó por imponer las reglas de magnitudes unificadas,  coincidente con la distancia de las 4 millas de a pie (aproximadamente 6 km) que median entre Las Vizcacheras y El Cazador.
  • Esto permitió redefinirlas por la conversión moderna del Sistema Métrico Legal Argentino (SIMELA) para que con estos detalles se pudieran interpretar las distancias entre el asentamiento del real, la gran laguna y el lugar del combate, tal como las definió Schmidl en varios párrafos de su crónica.
  • Con estos detalles, asociados a los relatos de los cronistas de la conquista, nos acercamos al lugar donde sí pudo o debió haberse asentado el real, en coincidencia con “el riachuelo de los navíos” que sirvió como puerto natural para el resguardo de las naos de la expedición.

Finalmente se detallan las fuentes consultadas:

Documentos digitalizados de capitulaciones y viajes al Río de la Plata, suministrados por el Archivo General de Indias, Sevilla, España. // Archivo Provincial de Guipúzcoa, Archivo Histórico Nacional, Archivo General de Simancas, y el archivo particular de la casa Zavala, este último radicado en San Sebastián, España. // Referencias testimoniales de vecinos del Partido de Escobar. // RELACIÓN VARIA DE HECHOS, HOMBRES Y COSAS DE ESTAS INDIAS MERIDIONALES, Textos del siglo XVI, Editorial Losada, con prólogo de Gonzalo Losada y colaboración de Alberto M. Salas y Andrés Ramón Vázquez, edición 1963. // Diccionario El Tesoro de Covarrubias. // Diccionario de Autoridades. // Arqueología de Buenos Aires, Daniel Schávelzon, editorial Emecé, año 1999. // Asiento de la Primera Buenos Aires, Entre la historia y el mito, D. Schávelzon, año 2006. // Historia argentina, José María Rosa, editorial Oriente, año 1988. // La Primera de las Tres Buenos Aires, Federico B. Kirbus, edición de autor, año 1980. // Viaje al Río de la Plata, Ulrico Schmidl, Editorial Del Cardo, año 2003. // Colegio de Arquitectos de Escobar. Estudio Trama de Belén de Escobar, arq. Víctor Berisso con la colaboración de la arq. Ana Inés Márquez, arq. María Elena Signoris, el agradecimiento del arq. Ivo Iacouzzi y el Sr. Enrique Paupy. // Historia de Ulrico Schmidl, Dr. Edmundo Cabrera Fisher // Enciclopedia Wikipedia // Enciclopedia Británica // Enciclopedia Encarta // Manual de Pesas y Medidas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) Secretaría del Sistema Métrico Legal Argentino (SIMELA). //  // Artículos y tesis de Internet, relatos del sacerdote portugués Antonio Rodríguez y otros. // Schmidel, Ulrico (1903). Viaje al Río de la Plata, 1534-1554. Notas bibliográficas y biográficas por Bartolomé Mitre. Prólogo, traducción y anotaciones por Samuel A. Lafone Quevedo.. Buenos Aires: Cabaut y Cía. Editores. // entre otras.

 

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