Incoherencia en la promoción cultural del Estado; Pensamiento mágico vs. pensamiento crítico

La presente nota tiene como objetivo expresar mi profunda preocupación por la incoherencia en alguna política cultural del Estado Municipal, específicamente en la difusión y promoción de actividades que fomentan el pensamiento mágico en lugar del pensamiento crítico.

El día de hoy me enteré que el Municipio presentará próximamente en el Teatro Seminari a una “vidente, sanadora y médium”.
Resulta alarmante que el Estado, a través de instituciones como el Teatro Municipal, difunda y promueva obras que se basan en visiones mágicas y pseudocientíficas, en contraposición al desarrollo del pensamiento crítico en la sociedad con lo que de manera habitual nos tiene acostumbrados.
La proliferación de “médiums, sanadores, curanderos” y pseudociencias, puede llevar a la desatención de enfermedades graves y al agravamiento de la salud pública.
  • El pensamiento mágico se basa en creencias y supersticiones sin fundamento científico, lo que puede llevar a la toma de decisiones erróneas y a la perpetuación de ideas infundadas. Dificulta la toma de decisiones racionales en diversos ámbitos de la vida, como la política, la economía, la salud, la educación y hasta en las relaciones personales.
  • El pensamiento mágico puede ser utilizado para manipular a las personas y controlar su comportamiento, lo que atenta contra la libertad individual y la democracia.
  • La promoción del pensamiento mágico puede tener efectos negativos en la salud pública, la educación y el desarrollo social en general. 
  • El Estado tiene la responsabilidad de fomentar el pensamiento crítico en la sociedad, a través de la educación, la cultura y la promoción de la ciencia. 
  • Existen numerosas obras de teatro, música, literatura y otras expresiones artísticas que fomentan el pensamiento crítico y la reflexión sobre temas relevantes para la sociedad.
  • El pensamiento mágico es susceptible a la explotación por parte de estafadores que se aprovechan de la credulidad y vulnerabilidad de las personas, para obtener beneficios económicos o de otro tipo.
  • La promoción del pensamiento mágico por parte del Estado puede contribuir a la involución cultural y al atraso social.

El Municipio debe incluir criterios de selección más rigurosos para las obras que se difunden en espacios culturales estatales, debe promover el pensamiento crítico a través de la educación formal e informal, debe fortalecer el apoyo a las iniciativas culturales que fomenten la reflexión y el debate sobre temas relevantes para la sociedad, desarrollar campañas de información y sensibilización sobre los peligros del pensamiento mágico, debe promover la educación científica en la población. Con la promoción de esta presentación en el Teatro Seminari y de otras similares realizadas anteriormente, está haciendo todo lo contario, promoviendo así las ideas pseudocientíficas tan de moda en la actualidad, como por ejemplo:

Astrología, Criptozoología, Feng Shui, Frenología, Homeopatía, Lectura de cartas del tarot, Parapsicología, Quiromancia, Reiki, Ufología, Auragrafía, Biomagnetismo, Comunicación animal, Curación cuántica, Dianética, Terapia de regresión a vidas pasadas, constelaciones familiares, etc. etc.

Para determinar si una disciplina es pseudocientífica, se pueden considerar los siguientes criterios:
  • No se basa en evidencia científica y no ha sido sometida a pruebas rigurosas.
  • No utiliza métodos científicos para recopilar y analizar datos.
  • Hace afirmaciones que no pueden ser refutadas mediante la experimentación.
  • Los resultados de la disciplina no pueden ser replicados por otros investigadores.

La promoción de este tipo de pseudociencias por parte del Municipio es peligroso y tiene graves consecuencias para la sociedad.

Confío en que el Municipio tomará en cuenta estas preocupaciones, no promoverá mas a las pseudociencias, y reorientará sus políticas culturales hacia la promoción del pensamiento crítico, la educación científica y el desarrollo cultural basado en la razón y la evidencia, elementos fundamentales para el desarrollo de una sociedad libre, justa, democrática y próspera.

Ana María S.