Escobar, empapelado

En el marco de una campaña llevada a cabo en diversos puntos de la provincia de Buenos Aires, como Pilar, Tigre, Malvinas Argentinas, Vicente López, Lanús y Morón, entre otros, la agrupación Vecinos de Escobar por la Salud Pública Animal (VESPA) pegó en las últimas horas afiches en numerosos postes en Belén de Escobar, reclamando el cumplimiento de la ley 13.879, cuyo objetivo es equilibrar el número de perros y gatos que nacen, con los hogares disponibles para albergarlos y, de esta forma, acabar con los animales que pueblan las calles, refugios y perreras. Este objetivo, asegura VESPA, se logra a través de un programa de castraciones masivas que debe cumplir seis condiciones. Ser masivo (se debe castrar un mínimo del 20% de la población de animales anualmente); sistemático (tiene que implementarse durante todo el año, los nacimientos no se toman vacaciones); extendido (el servicio tiene que llegar a todo el municipio, incluyendo barrios periféricos y zonas rurales en el interior); temprano (tiene que ser antes del primer celo o primera alzada); no excluyente (se tiene que castrar a todos los animales que llegan al servicio, sin límites por edad, razas, hembras en celo o preñadas) y gratuito (porque es salud pública, y en Argentina el acceso gratuito a la misma tiene rango constitucional).

La Municipalidad de Escobar asegura haber castrado 8500 animales en el año, sin embargo, en diálogo con Periódico El Cazador, una referente de VESPA manifestó que «en realidad debieron haber castrado 25.000 animales en el año, si se considera que la cantidad de habitantes en el partido fuera de 250.000. Para simplificar el cálculo, siempre es como mínimo el 10% del número total de habitantes en localidades con más de 10.000 habitantes como la nuestra. Por lo que si tomamos un número de 250.000 habitantes, tenemos 25.000 perros/gatos, pues es uno de ellos cada dos habitantes. De allí surge el castrar al 20% de la población estimada». Esta cifra es el mínimo indispensable para equilibrar la población, «para que los nacimientos de individuos de estas especies, no ganen a la capacidad de la sociedad de absorber a esas crías y a esos animales ya adultos, muchos en situación de calle. Sabemos que la reproducción de estas especies es exponencial, de ahí la exigencia de la ley de adecuar la cantidad de castraciones al mínimo indispensable que genere impacto en la sobrepoblación existente» aseguró.

VESPA también concientiza sobre la aplicación de las vacunas antirrábicas: «La ley nacional antirrábica, en el manual de profilaxis de la rabia, obliga al Estado a vacunar al 70% de la población de perros y gatos para evitar una epidemia, y al 80% si existe riesgo. Ya sabemos cuál es el número estimado de animales en Escobar, cálculo que surge de un estudio especializado en estadística, es el 50% de la cantidad de habitantes humanos. Entonces no se nos está cuidando contra la proliferación de la rabia y mucho menos cuando se permite la proliferación de estas especies al no castrar como la ley 13.879 exige, aumentando así aún más el riesgo» concluyó.