¿Es posible que el Municipio genere un círculo virtuoso de orden y limpieza?

 

La limpieza de las calles, plazas, veredas y otros espacios públicos es esencial para la vista humana. No hay nada más agradable que ver todo pulcro y limpio. Para lograr esta visual tan deseada, hay dos factores determinantes: los propios vecinos y la Municipalidad.

En primer lugar, los vecinos juegan un papel crucial en mantener la limpieza, evitando arrojar residuos en la vía pública. La solución es sencilla y se logra a través de pequeñas acciones, como guardar el envoltorio de una golosina en el bolsillo, dejar la botella de gaseosa dentro del automóvil o depositar la basura en los lugares correspondientes.

El segundo factor es la Municipalidad, encargada de limpiar los residuos que una ínfima, pero notoria, parte de la sociedad arroja indiscriminadamente. Los funcionarios no tienen derecho a culpar a «los vecinos» de la suciedad. No es justo generalizar, ya que claramente esto involucra a una minoría. Basta con leer los comentarios en redes sociales para ver cómo una amplia mayoría critica duramente a quienes actúan de manera indiferente e incivilizada.

Además, el funcionario público no puede de ninguna manera justificar su inacción; es su competencia, obligación y responsabilidad mantener la vía pública limpia y ordenada.

La Municipalidad está llevando a cabo una tarea casi inédita a lo largo de la vieja Ruta 9, donde la suciedad y la acumulación de basura eran habituales. En los últimos meses, el lugar ha experimentado una transformación notable gracias a operativos de limpieza sostenidos (ver fotografía), salvo en uno o dos puntos específicos donde aún no se ha logrado identificar a quienes insisten en tirar basura.

La limpieza y la suciedad tienen un denominador común: ambos fenómenos provocan un efecto contagio. Normalmente, un espacio limpio será conservado por la sociedad, mientras que uno sucio y abandonado tiende a generar el efecto contrario. La vieja Ruta 9, mantenida limpia a través de la acción constante del Estado, contribuye a su propia preservación y respeto.

Sería altamente positivo si, con el mismo ímpetu, la Municipalidad organizara y equipara numerosos equipos de trabajo para realizar operativos sistemáticos en todo el Partido de Escobar.