Cerrar el círculo: compost hogareño
Realizar nuestro propio compost es sencillo y por fortuna es una práctica que forma parte de muchos hogares.
Estos meses son ideales para comenzar a compostar, nuestros jardines están repletos de hojas secas, que son la base ideal para nuestros residuos orgánicos de cocina, si a eso le queremos agregar algunas lombrices californianas ¡perfecto!
El lugar elegido debe ser a la sombra, puede ser en tierra directo, cajón de madera, tacho plástico con agujeros o compostera.
Primero colocaremos lo seco, hojarasca, cartones, papel, ramas finas secas, para continuar con una capa de restos orgánicos como té, café, yerba, cáscaras de vegetales, restos de poda, lo más picado y pequeño posible.
Las capas se van colocando una sobre otra de forma alterna, tratando que cada una no supere los cinco centímetros de alto, la última capa siempre debe ser de materiales secos y la mezcla siempre debe estar húmeda, de ser necesario regaremos sin encharcar.
Cada tres días abriremos levemente con un palo para oxigenar, nunca debe tener mal olor, si esto sucede movemos un poco la mezcla. Tratemos que la lluvia no la moje para que no se pudra.
En tres meses aproximadamente el ciclo está concluido. ¿Conoces el aroma del bosque y la tierra fresca? Así debe oler nuestro compost, como cuando recorremos el barrio luego de un día de lluvia.
Natalia Rocha (Barrio El Cazador)
Muy bueno seguir promoviendo estas cosas en el barrio. Todos tenemos mucho espacio y así podemos reducir mucho los residuos que generamos, además de no ensuciar las calles con montículos de hojas, tan valiosas para compostar.
La huerta y nuestras plantas, felices luego, al recibir el compost madurado.