Avistaje de un OVNI en el Luján
Por Pedro Luis Santroni*
En una nota anterior he hablado sobre el gran campo energético existente en El Cazador, sus adyacencias y los efectos que éste genera.
Recuerdo haber comentado que la mayor parte de los avistamientos OVNIs en el partido de Belén de Escobar se producían en ese lugar y no en otros, según los testimonios de muchas personas afincadas allí.
¿A que se debían estas apariciones? ¿Necesitarían proveerse de agua como lo han hecho en otros lugares? ¿Estarían alineados con estas energías usándolas en su provecho?
Si pensáramos en algo más aterrador: ¿nos estarían advirtiendo de alguna catástrofe que se avecina, como lo han hecho muchas veces a lo largo de la historia?
Con referencia a estos fenómenos, deseo relatarles un hecho impactante ocurrido hace muchos años justamente en la zona referida.
En una oportunidad, me encontraba pescando junto a varios compañeros en el río Luján, próximo al puente Gobernador Mercante, ubicado sobre la ruta 25. Siendo aproximadamente las 3 de la mañana, vimos un objeto luminoso en el cielo, mirando hacia la chimenea del Cazador. La experiencia fue traumática: había un objeto volador enorme que nos aterrorizó; con la forma de un plato playo invertido, con una cúpula o torreta en la parte superior y ventanillas iluminadas en todo su borde. De su “vientre” salía una luz rojiza con forma semiesférica y venía avanzando hacia nosotros, pero cuando estuvimos a punto de escapar se detuvo en el aire; quedó unos instantes, eternos, suspendido, y acto seguido comenzó a bajar verticalmente hasta desaparecer detrás de una larga fila de árboles.
Quedamos turbados ante esta asombrosa visión y nos movilizó tanto que el domingo siguiente, junto a otros entusiastas de estos fenómenos, realizamos una expedición hacia el punto donde se habría producido el supuesto descenso.
Munidos de todos los elementos indispensables: cámara fotográfica, botas, machete, prismáticos, detector de metales, etc., enfilamos desde el río Luján con dirección a las barrancas del Cazador. Tuvimos que abrirnos paso a través de pajonales de más de dos metros de altura, siendo la travesía agobiante. A pesar de ello, después de un día de trajín no obtuvimos resultado alguno.
Volvimos cabizbajos, la decepción se dibujaba en nuestros rostros, pero duró poco. Días más tarde realizamos la búsqueda al revés, o sea desde las barrancas del Cazador hacia el río Luján, teniendo mejor orientada la dirección a seguir. Cruzando lagunas al pie de la barranca y luego los humedales, por fin nos vimos coronados por el éxito: era como gritar ¡“EUREKA” lo encontré!
Era un panorámico fantasmagórico, irreal, de ciencia ficción, el momento fue como entrar en otra dimensión; perplejos, enmudecidos, no atinábamos a decir palabra alguna. Frente a nosotros se encontraba un enorme círculo quemado en un piso seco, de diez metros de diámetro aproximadamente donde había marcas de patas de apoyo.
Lo que más nos impresionó fue que alrededor del mismo el pasto era tan alto, verde y exuberante como si hubiera explotado la naturaleza, contrastando con la normalidad del paisaje. Dentro del círculo se percibía una liviandad tal que era como la sensación de flotar; algo mágico, imposible de expresar con palabras.
Experiencias como estas no se las puede borrar de la mente; seguirán perdurando a través del tiempo ante la imposibilidad de darle una explicación. Por eso, ante la incógnita, preguntas y más preguntas quedarán por el momento sin respuesta.
* El autor de este artículo fue integrante de la Organización AICE (Aficionados a la Investigación Científica Escobar).
La investigación científica, tiene metodologías específicas. Querer hacer pasar este artículo como si tuviese algún acercamiento a cualquier cosa que se asemeje a la ciencia, aclarando al pie de la misma que El autor de este artículo fue integrante de la Organización AICE (Aficionados a la Investigación Científica Escobar), es al menos, desinformar y es subestimar una vez más a los lectores.
Busqué por todos lados a la organización AICE (Aficionados a la Investigación Científica Escobar) y no encontré ni siquiera un artículo en Internet. Incluso el nombre debería ser: Aficionados a la pseudociencia.
Este tipo de entretenimiento -no puede considerarse más que eso- intenta de manera peligrosa, poner de manera intencionada en igualdad de condiciones a las pseudociencias y a la ciencia comprobable. No se puede aplicar sobre lo que aquí escribe, un método científico. No se obtiene información mediante la corroboración de una hipótesis y su objeto de estudio no puede ser sometido a un análisis científico para ser confirmado.
Poco serio todo.
Vergüenza ajena que este articulo forme parte de esta web. Solo falta que escriba un terraplanista y otro negacionista de que el Covid existe, y cartón lleno.
Si algún lector pretende algo de Ciencia y de Escobar, recomiendo el libro:
METODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA de Arturo Andrés Hernández ESCOBAR. Hay cientos de similar temática.
Querido Federico: intentar descalificar al artículo por parecerte poco ajustado a los métodos científicos tradicionales es tu prerrogativa. Descalificar a AICE o a cualquiera del resto de los numerosos grupos de aficionados a la ciencia y a la investigación que hace 40 años se ha habian formado en Escobar es cuanto temerario. Yo mismo he formado parte de esos grupos por aquellos años y hemos tenido oportunidad de verificar una numerosa cantidad de fenómenos paranormales y avistaje de objetos voladores desconocidos (Uno de ellos profusamente fotografiado y grabado el raro sonido que emitía justamente donde hoy se encuentra El Casal). Personas de gran valor para la investigación como Vinicio Completa o el mismo Santroni. NO MERECEN SEMEJANTE JUICIO DE VALOR sólo por no ajustarse a los métodos científicos que postula. Inquisidores no sólo los hubo en el pasado. Por suerte los de ahora no tienen hogueras a mano. Y soñadores que cambian el rumbo de la historia saltándose muchas veces la barrera de métodos rígidos que no siempre son válidos PARA TODAS LAS RAMAS DE LA INVESTIGACIÓN por suerte también los habrá. Saludos.
Walter: Me gusta este intercambio y mi nota no tenía otra intensión que aclararle las cosas al lector desprevenido. Luego cada uno puede sacar sus conclusiones.
Que ud. haya formado parte de grupos semejantes, no dice nada. No abro juicios sobre personas, sino sobre hechos concretos y en ese sentido no soy yo el culpable de que el objeto de estudio no haya sido sometido a un análisis científico para ser confirmado.
No hay ninguna, pero absolutamente ninguna investigación publicada como paper científico, que corrobore nada de lo que Santroni dice y por lo tanto lo que sí es temerario, es atribuirle un “gran valor para la investigación” a quién no es científico y no hizo aporte alguno a la ciencia como tal. Vuelvo a decir que no hablo de su calidad personal y tal vez su relación con el se mezcla con el dato objetivo. No pongo en tela de juicio lo que estudian ni a las personas que lo hacen, sino a los métodos de trabajo que utilizan. Nada que se pueda comprobar. Nada.
La ciencia si bien puede partir de creencias y observación experimental, se desarrolla con un sistema ordenado de conocimiento, teorías y fundamentos; se establecen previamente unos criterios de verdad y un método de investigación. La aplicación de esos métodos y conocimientos conduce a la generación de nuevos conocimientos en forma de predicciones concretas, cuantitativas y comprobables. Bueno, nada de esto sucede con lo que dice la nota. Nada. No es más que una nota de color incomprobable y alejada de la ciencia y de la verdad objetiva.
Que algo que desconocen emita un raro sonido o vean algo que no saben explicar, no es suficiente para preguntarse como lo hace Sartroni: “¿Necesitarían proveerse de agua como lo han hecho en otros lugares? ¿Estarían alineados con estas energías usándolas en su provecho?”.
Creáme que la ciencia se fundamenta y no está bueno propagar ideas sin fundamento ni comprobaciones con rigor.
Después de una larga historia de aciertos y decepciones, la ciencia ha determinado que lo que solo se apoya en testigos y creyentes es, como poco y como en otros asuntos humanos, sospechoso.
Lo de Vinicio no voy a discutirlo a esta altura, siempre me cayó “simpático” con sus “inventos”. Nada más.
Si quieren datos certeros de investigación seria de casos OVI ( NO ovni) pueden recurrir al CIAE (Centro de Identificación Aeroespacial) organismo oficial que “Organiza, coordina y ejecuta la investigación y análisis de eventos, actividades o elementos presentes u originados en el Aeroespacio de interés; identifica sus causas e informa las conclusiones a los Organismos pertinentes que las requieran”
Para entretenerse con fundamento científico, pueden ver por ejemplo el informe de resolución de casos del año 2019 del Centro de Investigación aeroespacial de la Fuerza Aérea.
Link https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/informe_de_resolucion_de_casos_2019_0.pdf
Seamos serios.