Alcaidía: Sujarchuk finalmente se reunió con los vecinos

En el marco de las fuertes protestas llevadas a cabo por vecinos escobarenses contra la construcción de una alcaidía en Belén de Escobar, el intendente Sujarchuk recibió en su despacho junto a otros altos funcionarios una delegación de cuatro representantes de las últimas movilizaciones llevadas a cabo tanto en el centro de Belén como, más recientemente, durante la inauguración de la Fiesta Nacional de la Flor. «Estoy contenta porque al fin se inició un diálogo» sostiene Natalia, una de las referentes de las protestas en diálogo con Periódico El Cazador. «El intendente nos atendió de forma muy cordial y nos planteó que si o si se tiene que hacer una alcaidía en Escobar porque es necesaria». En respuesta a esta afirmación el grupo de vecinos le planteó que el barrio Donatelli, cercano a Belén de Escobar y donde se pretende emplazar el establecimiento penitenciario, ya cuenta con dos  instituciones también poco felices: el cementerio y el crematorio, y que ahora necesitan instituciones «para afrontar las necesidades de los  jóvenes y de los niños, tipo polideportivo, escuelas de arte, espacios de esparcimiento y de encuentro para los jóvenes».

Natalia considera que el jefe comunal los escuchó «y comprendió nuestros motivos». Durante el encuentro Sujarchuk les pidió diez días para revisar el Banco de Tierras y buscar un lugar alternativo. «Esto no quiere decir que nuestro barrio quede descartado, significa que tenemos la posibilidad de que él encuentre otras opciones» reflexiona Natalia. «También le planteamos la posibilidad de vender las tierras fiscales donde pretende construir la alcaidía y comprar tierras en otro lado, en un lugar adecuado, o permutarlas».

Mientras tanto los vecinos tomaron conocimiento de «que se está iniciando el informe de impacto ambiental con la Universidad de La Plata, tal como dicta la ley». Además se le ofreció al jefe comunal «formar una comisión de vecinos  con representantes de los barrios aledaños, para que nos acompañen con el informe socio-ambiental».

Restan ahora diez días para conocer el veredicto del intendente. «Descansaremos un poco, porque todo esto ha sido muy agotador y seguiremos indagando bibliografía ambiental y legislación para ver si nuestro barrio puede tener cosas lindas para los jóvenes, sobre todo en torno al tema de las adicciones. Le comenté al intendente que soy docente y que tengo mucho contacto con niños y jóvenes y que la pandemia ha dejado muchas secuelas psicológicas, los jóvenes están depresivos, angustiados, muy encerrados, han perdido vínculos, amistades, se han perdido seres queridos y por eso necesitamos lugares de encuentro para ellos» concluye Natalia.