Agustín Nicolás Pérez: un joven luchador que la rema

Por Eduardo J. Arcuri (ejarcuri@gmail.com)

Agustín Nicolás Pérez es un joven nacido en Belén de Escobar hace 23 años y desde los trece, reside con su familia en el barrio El Cazador. La mudanza a la quinta de Andrade entre Florencio Sánchez y Arizaga fue decisión de sus padres, motivados por la seguridad y tranquilidad que les ofrece el lugar actual de residencia.

A los diez años, Agustín comenzó a trabajar en tareas de jardinería y mantenimiento de piscinas de las casas quintas del barrio. Con el fruto de esos trabajos, se permitió ser artífice de su propio destino deportivo y con aportes de sus padres, más su esfuerzo personal, logró recibirse de Instructor de Actividades Náuticas, guardavidas y auxiliar pedagógico sobre temas relacionados con personas con discapacidad, desempeñándose como asistente terapéutico con experiencia laboral concreta en la Fundación Educativa de Arte Terapéutico (FEDARTE).

Su profesión lo habilita para dar cursos de navegación a vela, de timonel cátedra a motor, timonel yate a vela y motor, canotaje, SUP, dragon boat y todo lo que tenga que ver con las actividades navales.

Actualmente trabaja como proveedor de actividades náuticas en Puertos del Lago y el Club de Remo y Náutica de Belén de Escobar, donde se inició en el mundo del canotaje de competencia. Durante el aislamiento social por la epidemia no pudo reunirse en el club donde entrena habitualmente. Esto lo obligó a tener que cargar su canoa de competencia en un carro que remolca con la bicicleta y llegar hasta la guardería náutica de los Pereyra en la bajada del CUBE y salir a entrenar en el río Luján; como también lo hace desde muy temprana edad, en cada uno de los ríos y canales que tenemos en Escobar, ya sea en el Las Rosas, el Santa María, El Correntino y cuanto cauce atraviese el delta del Paraná.

Una tarde, mientras entrenaba en el Luján, conoció a un grupo de jóvenes del CUBE que remaban en sus embarcaciones ligeras. Con solo esa coincidencia trabó amistad y decidió darles clases gratuitas durante una corta temporada de finales de invierno hasta el verano, ganándose el aprecio y respeto de sus nuevos compañeros deportivos.

Dentro de las variantes de su profesión como instructor náutico en Puertos del Lago, no solo desarrolla los ejercicios instructivos del ecocanotaje sino también el teenbilling, es decir, utilizar la práctica de remar en equipo para que los empleados en diferentes funciones, puedan relacionarse con los de otras áreas laborales de una misma empresa, sobre todo, cuando sus especializaciones no les permite entrar en contacto para relacionarse entre sí. Esta propuesta del teenbilling es una actividad que Puertos del Lago ofrece a través de Agustín para que Recursos Humanos de importantes empresas del país, como ya lo hacen SC Johnson, Unilever división Ala, PepsiCo Alimentos división Papas Lays y otras multinacionales, puedan poner en práctica estos servicios de integración social entre sus empleados. En este caso es Agustín quien, como proveedor independiente al servicio de la Administración de Puertos del Lago, coordina y dirige esta práctica de remo por medio del dragon boat, una actividad náutica que desde hace años se practica en toda Asia, Norteamérica, Oceanía y cada vez más en Europa, África y Sudamérica.

Esta actividad, típica de las empresas multinacionales, le ha dado la idea de desarrollar el mismo sistema entre los habitantes del Náutico Escobar Country Club (NECC) aprovechando sus extensos y variados lagos, ejercitando las variantes de navegación a vela, kayak, bote dragón, SUP, canotaje y el paradragonboat,

La navegación en el dragonboat o bote dragón, es una actividad moderna que forma parte del deporte náutico donde un grupo limitado de personas reman en conjunto sobre un bote de amplias dimensiones, guiados por un líder y un timonel capacitados. Los botes dragón son una actividad tradicional en China desde hace unos 2000 años y fue una de las disciplinas olímpicas consideradas oficialmente en Hong Kong a partir de 1976.

De esta manera el bote dragón se define como una técnica del remo que une a un grupo de personas diferentes dentro de una misma actividad final. Es muy usado para la rehabilitación física y emocional del trabajo en equipo, sobre todo, en personas que han sufrido intervenciones quirúrgicas causadas por el cáncer de mamas, porque se ha comprobado que, tras la mastectomía, el ejercicio de remar actúa como drenaje linfático natural evitando hinchazones en los brazos.

Agustín tiene en proyecto utilizar este método del bote dragón como ejercicio náutico terapéutico, definido como paradragonboat, es decir, también usar el deporte de bote dragón como técnica de remo en equipo adaptado para niños con discapacidades moderadas y con un acompañante terapéutico por cada tres niños con discapacidad, ya sean con variantes de autismo o síndrome de Down, retraso madurativo leve u otras variantes que se le pueden consultar por medio de su correo electrónico: agustinnicolasperes46@gmail.com

A través de la charla que mantuvimos, no solo aprendí sobre prácticas deportivas que yo desconocía, pude, además, interiorizarme sobre sus actividades sociales como vecino y tomar conocimiento de una persona que hace de su profesión un estandarte representativo de nuestro país en competencias internacionales y un valioso aliado de las personas con necesidades de rehabilitación física y emocional. Un maduro joven de 23 años de edad que hasta hoy ha pasado más de la mitad de su vida dedicado a hacer lo que más le gusta: navegar y, con su profesión, ayudar a la gente que lo necesita. Prueba de ello es su proyecto todavía no descubierto por las autoridades municipales, consistentes en el desarrollo de la práctica de remo en el dragonboat.

En este caso, vale definir que el dragonboat o bote dragón, es una embarcación grande de hasta veinte remeros, más un navegante en la proa que marca el ritmo de remada al son de un tambor y otro en la popa que conduce el timón. Esta es una actividad no excluyente porque solo basta con lograr el mismo ritmo marcado por el redoble, sin importar la talla o el nivel intelectual o el estado físico de cada remero, el mérito se logra a través de la integración grupal con la inducción a una actividad conjunta, estimulada por el sonido de percusión que tanto influye en el ser humano.

Siendo su mamá kinesióloga y habiendo sido él mismo víctima de bullying por obesidad durante la niñez, siempre estuvo interesado en contribuir para el bienestar de las personas discriminadas, porque si bien hoy tiene un cuerpo de atleta, sabe qué es lo que se siente sufrir la discriminación y la humillación del ser considerado socialmente “diferente”.

Al encontrarnos para conocernos, pensé que habría de oír sobre sus méritos deportivos, sabiendo de antemano, que el canotaje para Agustín es una profesión que inició desde su adolescencia y le dio oportunidades para intervenir en varias competencias con destacada actuación a nivel nacional, sudamericano, panamericanos y mundiales, pero descubrí con agrado, debo confesarlo, que el mérito mayor es el de haber conocido a un joven luchador “que la rema” (es literal) para lograr un mundo mejor desde el punto de vista del otro, esta facultad empática que, no lo duden, me sorprendió por su calidad y calidez humana, como creo habrá de sorprenderlos también a ustedes cuando lo conozcan.