Multas y ramas, ¡un combo imperial!

Su Majestad Imperial, en su infinita sabiduría, ha decretado una lluvia de multas sobre la plebe por el incumplimiento del cronograma de depósito de ramas en la vía pública para su retiro.

¡Que tiemblen los osados que osen desafiar su mandato!

Pero, oh, excelentísimo señor, tenga en cuenta un pequeño detalle: según el cronograma fijado para la UGC3, las ramas debían ser depositadas por la plebe hasta el 10 de marzo, para luego ser recolectadas por la corte imperial a partir del día 11. Sin embargo, estamos a 18 y las ramas siguen adornando nuestras calles como si se tratara de un peculiar festival de follaje otoñal.

Su Alteza, en su magnanimidad, ha concedido a la plebe la friolera de 6 días para deshacerse de las ramas, pero vaya uno a saber por qué extraño designio de los Dioses, dos de esos días caen en fechas inhábiles. ¿Acaso pretende que los ciudadanos seamos magos de la jardinería, capaces de hacer desaparecer las ramas con un simple movimiento de varita?

No nos asombremos. La lógica imperial es tan profunda como insondable. Si al Emperador le parece justo que los vecinos solo tengamos 4 días hábiles para cumplir con su mandato, entonces justo sería que la municipalidad también tuviera 4 días hábiles para retirar las ramas. ¡Ah, pero no! Las obligaciones del pueblo no son iguales que las de la corona. Al pueblo siempre se le exige más, mientras que la corona se regodea en sus privilegios.

Y aunque su Alteza no lo crea, la paciencia del pueblo tiene un límite. No permita que sus esbirros se ceben con las multas, porque el hartazgo es contagioso y, en cualquier momento, la ira del vecino pacífico, harto de los atropellos y la desidia, se desbordará como un río caudaloso y no habrá multas ni emperadores ni virreyes que la detengan.

El pueblo se cansó de las promesas vacías, de la ineficacia y del desprecio. El pueblo se cansó de que le exijan y que, a cambio, solo le den pan y circo.

¡El pueblo exige ser escuchado y respetado!

¡Basta de atropellos! ¡Basta de privilegios! ¡Basta de emperadores, reyes y virreyes! Basta de extorsionar reprimir con fines recaudatorios.

Gobernar no es solamente recaudar.

Alteza, el pueblo le habla. Escuche su clamor antes de que sea demasiado tarde y la ira de la plebe caiga sobre su cabeza como una tormenta de verano.

Atentamente,

Dr. Marcelo Luis Soto

Plebeyo harto de ramas, emperadores, reyes y virreyes.