Cuestionamientos a la ayuda solidaria

En los últimos años, consignas como el «Estado Presente», «el gobierno nacional y popular», y «la solidaridad y el amor hacia los pobres» se han difundido ampliamente desde los principales escenarios del poder nacional, provincial y municipal. Sin embargo, para los propios sectores más desfavorecidos de la sociedad, estas afirmaciones no son más que eslóganes diseñados para ganar votos.

Mientras el Estado promueve supuestas acciones de solidaridad y protección hacia los sectores más vulnerables, esta misma franja de la sociedad no puede evitar sentir consternación frente a algunas realidades que los afectan directamente.

Hoy en día, gracias a la tecnología y las redes sociales, se ha vuelto sencillo para la gente común expresarse libremente a través de estas plataformas.

En esta ocasión, el foco de atención han sido los colchones y las frazadas que necesitan los vecinos obligados  a recurrir a la ayuda solidaria, en este caso, del Municipio. «Nos dicen que no hay, que no han recibido nada, pero el almacén municipal está repleto de colchones, alimentos, frazadas e incluso productos de higiene», revela Mel, una vecina que además afirma que hay personal municipal que se queda con los mejores artículos: «Se aseguran de tener lo mejor para ellos, y si sobra, nos dan lo que realmente necesitamos».

Carolina corrobora esta información: «Siempre ha sido así, se quedan con todo lo que dan los donantes para ayudar a los demás». Agus también asegura que «después los ves vendiendo las cosas, especialmente los alimentos».

Los testimonios de supuestas irregularidades son numerosos: «Se quedan con lo mejor para ellos», «Siempre ha sido así, es una vergüenza», «Es angustiante, porque se supone que están ahí para ayudar y es lo que menos hacen», «Es cierto me cansé de mandar msj para la ayuda de leche en polvo y siempre dicen que te van a llamar y no lo hacen….te hacen miles de preguntas que si trabajás en blanco o no, si sos casada o viuda, si cobrás o no, si vivís en casa prestada o no, para decirte ‘luego te llamamos’. Tres meses pasaron y sigo insistiendo por la leche en polvo»; «Es verdad, a mi se me inundó la casa, pedí un colchón y frazadas, vino gente del municipio, sacó fotos hasta donde me llegó el agua y hasta hoy no me dieron nada de lo poco que les pedí»; «Mí mamá tenía una conocido que trabajaba ahí cuando yo era chica, y como a él le daban nos traía a nosotras. Pero si iban a pedir, les decían que no había. Es una lástima porque hay gente que realmente lo necesita. En unos días lo publican vendiéndolo por face y eso me da más bronca», «Te dicen que es para gente de la calle nomás, y vos ves a esa gente y andan igual que siempre».