Un basural amparado por el Municipio

Todo continúa igual en el enorme predio ubicado en la calle Manny, a unos 500 metros de la Av. San Martín, en el límite entre los barrios El Cazador y Matadero. Aquel terreno donde, según las autoridades municipales, se arroja «material ecológico» por tratarse de un predio «de acopio de restos de poda y de construcción (escombros que se usan para rellenar una cava)». Es más, la Municipalidad hace alarde de los halagos de los «distintos miembros de la comunidad (que) destacaron el buen mantenimiento del terreno desde que el Municipio, a través de la Dirección de Inspección y de Ambiente, se encarga de controlar el predio».

Lo que las autoridades no dicen y ocultan es que, además de poda y áridos,  allí se arroja toda clase de basura no reciclable: desde nylon, gomas, latas con restos de pinturas y solventes, hasta colchones y telgopor, elementos que luego son prolijamente cubiertos y disimulados con tierra. Todo ello es visible desde Manny, una calle con   escasa circulación de peatones y automóviles que invisibiliza el problema. Y como pocos lo ven, ¡no existe! El Estado aprovecha esta soledad y autoriza implícitamente esta agresión a la ecología.

De nada sirvió el petitorio firmado por más de 400 personas (https://chng.it/y7k6B2V6), que exige su «cierre inmediato y definitivo…por las implicancias negativas para la salud a las que estamos expuestos/as involuntariamente, tanto nosotros (los vecinos) como el medio ambiente».

Todo sigue y seguirá igual. Mientras tanto, la propaganda municipal asegura que están «comprometidos con el desarrollo sostenible fundado en la responsabilidad ambiental, ecológica y económica».