Sábado con marchas

Tal como anticipamos el pasado viernes, el sábado 11 dos comunidades del distrito de Escobar salieron a la calle para protestar por sendas iniciativas municipales que afectarán su calidad de vida; en horas de la mañana se manifestaron los vecinos de Loma Verde, y a la tarde fue el turno de  los habitantes del barrio Cementerio (ver fotografías).

Loma Verde: ¿Dónde irán?

Testimonio de un testigo:

Son mas de las 12 del segundo sábado de marzo, el sol revienta el asfalto del ramal Campana de Panamericana. A la altura de Loma Verde el tránsito es lento, pesado. Los coches suben a paso de hombre el puente que da entrada al barrio. Desde lo más alto de ese puente bajan dos jovencitas repartiendo volantes en mano a los conductores, caminando sobre el cordón, sin bajar a la calzada ni interrumpir el tránsito. Más arriba una mujer golpea algo haciendo ruido, atrás otra mujer señala a los automovilistas un cartel que dice: «Mil árboles creciendo, hacen menos ruido que uno que cae». Exacta metáfora llena de presagios. Sobre la protección de la pasarela otros carteles intentan explicar lo que pasa o está por pasar, más allá otro grupo numeroso de vecinos se guarece del sol en la austera sombra de pequeños árboles. ¿Pero qué es lo que los carteles intentan decir acerca de lo qué pasa? Marcela, una de las vecinas explica lo que sabe. Peligran 300 árboles centenarios de un predio de 8 hectáreas que es el último pulmón verde que nos queda, dice. Las certezas escasean y las que existen atemorizan. Van a construir 180 viviendas por medio del Plan Procrear, en un acuerdo Nación – Municipio. No se sabe de quién es el predio. No hay estudio de impacto ambiental. No hay estudio sobre el impacto, sobre el tránsito que hoy colapsa. No hay evaluación de recursos, energía, agua, cloacas. ¿Qué hay? La pesadumbre de que no aprendemos, ni siquiera de nuestras desdichas. El sol de marzo que estalla contra el asfalto y lo vuelve una lengua incandescente, el calor que nos ralentiza e inmoviliza, la sequía feroz que quema lo verde, tienen mucho que ver con la tala de árboles, aquí y acullá. Pero hay más si sabemos mirar desde otro lado que no sea nuestro antropicentrismo atroz y suicida. Hay 300 árboles centenarios menos. ¿Dónde irán los pájaros que anidan en esos árboles, los insectos y la biota que habita el bosque y lo mantiene en su equilibrio biológico? ¿sin pájaros quién dispersará las semillas de especies mas efímeras para que sobrevivan, cuántos habitantes del sitio ecológico del bosque desaparecerán y no se verán más por el lugar? ¿qué será de los pastos, los arbustos, las flores y la biota toda del bosque y su entorno? Pareciera fácil de entender, pero no. A pesar del sol de este segundo sábado de marzo de la lengua incandescente que sube por el puente a paso de hombre, de los seis años de déficit hídrico, de la sequía feroz, de las nueve olas de calor, de las cosechas perdidas, del Paraná seco. A pesar de todas las señales que Pacha Mama nos da, lxs humanxs seguimos pensando que somos impunes, que somos el centro y que las ¿180 viviendas? en tres pisos en un predio de 80.000 metros cuadrados, son lo único importante y que no hay precio que pagar. Por suerte no somos todos, las dos pibas que bajan el puente arrasadas por el sol repartiendo volantes, no piensan lo mismo. … y no están solas.

Barrio Cementerio: «Contratamos abogados haciendo un gran esfuerzo»

Relato de una vecina:
En la mañana del sábado se acercaron al barrio candidatos de la oposición para brindarnos su apoyo con opiniones divididas, algunos se inclinan por la reubicación de la alcaidía, que comenzaron a construir en nuestro barrio, y otros directamente por no construirla en la jurisdicción de Escobar, pero todos estuvieron de acuerdo en que éste no es el lugar. Nos aseguraron que de salir victoriosos en las elecciones están dispuestos a reubicarla.
Horas más tarde, nos reunimos varios vecinos para conversar sobre algunos aspectos que le pediremos a los abogados que contratamos, fundamentalmente pedimos que se acelere o se impulse el pedido de inspección ocular del lugar, que se solicitó hace ya cuatro meses, porque partimos de la base que lo que se está construyendo no coincide con los planos y bocetos que nos mostraron en la Municipalidad. Hasta ahora venimos pagando nosotros los honorarios de los letrados, lo hacemos con mucho esfuerzo. Inicialmente recaudamos dinero mediante la venta de rifas, pero el sistema se puso muy difícil, la gente sigue colaborando y varios sacrifican lo poco que tienen para ponerlo en la causa, por eso armamos un grupo de colaboradores entre los que al menos contamos con un ingreso estable. La próxima semana esperamos   reunirnos con un nuevo grupo de abogados que no nos cobrarían, ¡vamos a ver! Fuentes cercanas a la obra en construcción nos dijeron que para finales de abril inaugurán la primera parte de la cárcel.