¿Hay corrupción en Escobar?

Uno de los grandes problemas que afecta a la Argentina es la corrupción que, a veces, sutilmente, se define como «falta de transparencia». Escobar no es una isla y también aquí se habla de falta de transparencia.
Funcionarios comprando casas, funcionarios gestionando licitaciones y compras directas por millones de pesos, funcionarios que viven como millonarios. ¿Son todos honestos? Y aún aquellos que,  por su jerarquía, sólo «rascan» el fondo de la olla para beneficio propio, los funcionarios que incurren en actos de corrupción solo contribuyen al empobrecimiento de la sociedad y a la imposibilidad de destinar mayores recursos a la seguridad y a la infraestructura vial, por citar solo dos problemas que movilizan actualmente a la comunidad.
¿Cómo saber, en las próximas elecciones, si los candidatos a quienes se les deposita el voto y la confianza no los moviliza solo el poder y el dinero? ¿La «casta política» incluye a todos o hay excepciones, gente honesta y con vocación de servicio?
¿Como saber quién es un simple delincuente?
Es difícil saberlo, por eso la comunidad debe exigir un esquema sólido y confiable de control. Ya lo decía Perón: «El hombre es bueno pero controlado es mejor». Y si bien existen instituciones que controlan a la administración de un municipio, la desconfianza de la gente es enorme. ¡Cómo confiar si hay provincias donde quien fiscaliza es pariente o amigo del fiscalizado! ¿Acaso los índices de percepción de la corrupción en la Argentina no son elevadísimos?
Una dirigente política de Escobar, María Inés Chiorazzo, anunció hace poco su deseo de «sistematizar cada entrada y salida de dinero, desde lo más chico hasta lo más grande». «Para cada cosa que el vecino quiera saber pueda buscar el boletín oficial, pedir de forma personal o bien acceder libremente a una página -esté donde esté, sea cuando sea-, donde registraremos, de manera actualizada y permanente, los ingresos y egresos de la Municipalidad, desde licitaciones hasta cajas chicas, desde el deliberativo al ejecutivo, usando nuevas tecnologías y métodos de acceso y publicación de información pública». La transparencia, aseguró Chiorazzo, permitirá saber «dónde se puede reducir el gasto público municipal, ya sea en gastos superfluos como eventos no necesarios (donde cada contratación de escenario cuesta fortunas al igual que los cánones de los artistas), gastos administrativos innecesarios y gastos de la política, para poder reducir tasas e impuestos, lo más posible».
La iniciativa de esta dirigente constituye un paso positivo y aseguraría una mayor transparencia y control de cada peso ingresado o gastado por el Municipio.
Raucho