«Ariel, ¿le gustaría que desaparezca el entorno verde de su casa?»

La indignación en Loma Verde crece día a día y son cada vez más los vecinos que adhieren al slogan «Loma Verde, te quiero verde», tras la decisión tomada por la Municipalidad de permitir la construcción de 180 viviendas en el marco del Plan Procrear en un predio con una densa y añosa arboleda. Todos insisten en apoyar la obra que beneficiará a muchas personas, solo piden realizarla en otro terreno «sin necesidad de destruir el bosquecito». «No queremos que este pequeño pulmón verde se transforme en algo parecido a lo que tenemos frente a la Panamericana» (ver fotografía), sitio donde funciona una enorme logística.

«Necesitamos de los árboles para respirar, para refrescar el planeta, para mantener nuestro tan apreciado verde que nos representa», aduce una vecina atormentada al imaginarse el futuro de la zona. «Los que vienen de lejos, saben lo que significa descansar una tarde bajo la sombra de un árbol, sentados sobre un hermoso césped». Otro vecino que alza la voz aclara que «hay muchos lugares donde podrían hacerse edificios».  Antiguos pobladores consideran que «Loma Verde cada vez está siendo menos verde, parece ser un proceso que viene ocurriendo desde hace tiempo. Ojalá que el proyecto de las 180 nuevas viviendas que quieren construir sea la gota que desbordó el vaso y que, a partir de este hecho, en tanto vecinos independientes de la comunidad de Loma Verde, tomemos la iniciativa para decir «no» a todas aquellas construcciones (presentes y futuras) hechas en nombre de un concepto de “progreso” que atrasa unos 50 años. Ojalá que podamos unirnos para cuidar y fomentar el verde de Loma Verde». Otra persona recuerda el testimonio del intendente Sujarchuk cuando, al referirse al emplazamiento de la alcaidía en el barrio Cementerio, confesó que no le agradaría vivir cerca de un lugar así. «Ariel, ¿le gustaría que desaparezca el entorno verde de su casa?», preguntó la vecina. «Cuántos años tardó ese lugar en convertirse en esa maravilla verde  y lo despluman en un segundo, todo ese ecosistema convertido en cemento». «Si no tomamos conciencia nos van a urbanizar a todos y no van a quedar pulmones verdes públicos. Solo lo tendrán las urbanizaciones privadas y nadie más», «¡Talar un bosque añoso, para hacer departamentos, habiendo tantos campos sin arboleda!», concluyó un vecino.

El último capítulo de ésta, para muchos dolorosa historia, se produjo esta mañana cuando agentes de Prevención Comunitaria se hicieron presentes en el lugar para custodiar a los trabajadores que comenzaron a cercar el predio.