Inseguridad en el Partido de Escobar: dos crímenes en 30 días conmocionan a la sociedad; vecinos marchan hoy y el próximo viernes

Mientras los datos nacionales muestran una disminución de los homicidios en el último año, la violencia en el distrito de Escobar persiste y se ha convertido en una sombra inquietante que atormenta a la comunidad.

Hace casi un mes, el domingo 15 de diciembre, Rodrigo «Noya» Pérez, un joven de 24 años, fue asesinado de un disparo en la espalda en la localidad de Garín. Su cuerpo sin vida fue encontrado por un hombre sobre las vías del tren, a la altura de la calle Francia, en el barrio Cri Cri. Desde entonces, la investigación parece haberse detenido, sin avances significativos ni señales de justicia.

Apenas dos semanas después, el 31 de diciembre, la violencia volvió a golpear con fuerza. Sara Sosa, una mujer de 90 años que vivía en el barrio San Miguel, en Ingeniero Maschwitz, fue brutalmente asesinada tras recibir una violenta golpiza. Los atacantes, quienes robaron una garrafa y alimentos de su freezer, ya habrían sido detenidos, pero la tragedia sigue marcando a la comunidad.

La falta de respuestas en el caso de Rodrigo Pérez ha movilizado a los vecinos, quienes, a través de las redes sociales, convocaron a una marcha pacífica para exigir justicia. El encuentro fue programado para hoy, en Almirante Brown 3770, entre Colón y Brasil.

Por otra parte, el próximo viernes 17 a las 18 horas, otro grupo de vecinos autoconvocados ha organizado una marcha contra la inseguridad en Ingeniero Maschwitz. La movilización partirá desde la intersección de las calles San Juan y Félix Pagés, uniendo voces en reclamo de mayor seguridad y respuestas concretas ante la creciente preocupación en la comunidad.

En las últimas horas, cámaras de Crónica TV llegaron al barrio en que se produjo el homicidio de Rodrigo para captar el dolor y el miedo de los vecinos. «Nos roban a toda hora. Vivimos con el temor constante de ser asesinados, tanto en la calle como en nuestras propias casas», declararon algunos residentes, reflejando el clima de inseguridad que se vive en la zona.