Autorizan construir reductores de velocidad

En la sesión realizada el viernes pasado, el  Concejo Deliberante dio tratamiento a once expedientes con despacho de comisión, que resultaron aprobados por unanimidad. Entre ellos, tres proyectos orientados al tránsito vehicular en el distrito. El primero de ellos otorga sentido único de circulación a la calle Pellegrini, entre Don Bosco e Italia. El segundo, manifiesta su beneplácito por el proyecto de Ley de “alcohol cero” impulsada por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y, por último, se autorizó al Departamento Ejecutivo a construir los retardadores o reductores de velocidad en las calles que sean necesarias.

Otros proyectos aprobados

  • Designación a una calle de Belén de Escobar con el nombre de «Dr. Roberto Ángel Gaytán» (vecino, docente, abogado y exconcejal).
  • Declaración de interés legislativo al desempeño de  Tomás «Toto» DiBiase, un joven vecino de 18 años que, con el equipo de la Selección M18 de rugby, logró la obtención de la medalla de oro en los III Juegos Sudamericanos de la Juventud.
  • Condonación de tributos al Centro de Educación Especial APANE, Fundación NOSOTROS y a las Iglesias Evangélicas «Mayordomos Cristianos».

Vecinos de primera y de segunda

Uno de los concejales que tomó la palabra durante la sesión del Concejo Deliberante fue Eduardo Gianfrancesco para manifestar su disgusto al bloque oficialista, para el cual -según el edil-  «existen vecinos de primera y de segunda». Gianfrancesco aseguró que el Frente de Todos «cajonea» los proyectos de ordenanza del bloque opositor: «No se dan cuenta que (…) lo único que hacen es perjudicar a los vecinos que están esperando mejoras y necesitan ser escuchados». Además criticó la actitud de la Presidente del Concejo Deliberante, por dedicarse a «interrumpir y uno no puede expresarse. Nos van a tener que escuchar, tienen que aprender a debatir, somos representantes del Pueblo. No bajaremos los brazos», concluyó el concejal de Juntos.

Abuso y maltrato en la vejez

Con motivo de conmemorarse hace unos días el “Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez”, el concejal Diego Castagnaro efectuó algunas reflexiones y expuso estadísticas que marcan la gravedad del tema:
• Aproximadamente 1 de cada 6 personas mayores de 60 años sufrieron algún tipo de abuso en su casa, en el barrio, en comercios o donde concurren por su cuidado de salud.
• Las tasas de maltrato a personas mayores son altas en instituciones como residencias de ancianos y centros de atención de larga estancia: 2 de cada 3 trabajadores de estas instituciones o cuidadores domiciliarios, indican haber infligido malos tratos en el último año.
• Las tasas de maltrato a las personas de edad han aumentado durante la pandemia de COVID-19, lamentablemente estos abusos son intrafamiliares.
• El maltrato de las personas mayores puede conllevar graves lesiones físicas y consecuencias psicológicas prolongadas.
• Se prevé un aumento del problema de abusos y malos tratos, por el envejecimiento poblacional.
• Los últimos censos muestran un aumento en la expectativa de vida, esto nos modifica las costumbres, los consumos, la vida cotidiana.  Debemos ser todos más respetuosos de las personas mayores.
• La población de mayores de 60 años se duplicará con creces, desde el  2011 a unos al 2050.
• El PAMI está muy lejos de brindar una asistencia integral y de calidad a nuestros seres queridos.
• En ausencia de un estándar internacional sobre los derechos de las personas mayores, continúan las brechas entre la política y la práctica, la movilización de los recursos humanos y financieros necesarios, así como el progreso desigual en la implementación de la toma de conciencia contra el abuso y el maltrato a personas de edad.
• Aunque se desconoce la magnitud del maltrato de las personas de edad, su importancia social y moral es indiscutible. Por este motivo, este problema requiere una respuesta multidimensional, que se centre en la protección de los derechos de las personas de edad.
• Las formas de definir, detectar y resolver el maltrato de las personas mayores tienen que estar en la agenda de la política y de toda la sociedad. Desde una perspectiva sanitaria y social, si los sectores de atención primaria de salud y los servicios sociales no están bien preparados para detectar y resolver el problema, el maltrato de los ancianos seguirá estando oculto.