Ante robos reiterados, padres planean recaudar fondos para instalar una garita de seguridad en una escuela

La información sobre la inseguridad en Escobar ha trascendido los límites del distrito. La insólita y grave sucesión de hechos delictivos ocurridos este año en la Escuela Primaria N° 10 de Garín, junto con la falta de respuesta por parte de las autoridades municipales, fueron temas abordados hoy en la edición matutina del diario Crónica.

La comunidad de padres de ese establecimiento educativo viene  denunciando la presencia constante de la delincuencia en la escuela. Los ladrones han saqueado todo lo que encontraron a su alcance, incluso los utensilios de cocina, dejando a los alumnos sin almuerzo, y causando destrozos en lo que no pudieron llevarse.

A pesar de la gravedad de la situación, los padres afirman que el municipio no ofrece respuestas ni soluciones, mientras los niños pierden días de clases. El pasado miércoles 10 de abril se produjo el último incidente delictivo, que obligó a suspender las clases debido al robo de las canillas de los lavatorios en dos de los cuatro baños. Aunque las clases se reanudaron al día siguiente, los alumnos de todos los grados del nivel primario tuvieron que compartir los baños afectados.

Milagros Navarro, madre de dos niñas en 2º y 4º grado, relató que durante una semana los delincuentes ingresaron diariamente para llevarse ventiladores y utensilios de cocina.

El momento más extremo de esta cadena de robos ocurrió durante un día de paro docente, cuando se efectuaron disparos dentro del patio mientras el personal de limpieza estaba presente. Tras percatarse de la situación, los delincuentes huyeron. Los padres han identificado al menos ocho incidentes, el último de los cuales ocurrió recientemente.

Ante la creciente amenaza de la delincuencia, la comunidad escolar planea realizar una asamblea para recaudar fondos destinados a instalar una garita de seguridad en la esquina del recinto. A pesar de que esto debería ser responsabilidad del municipio, la falta de respuesta por parte de los funcionarios, ha llevado a tomar esta medida, según señaló Navarro.

Por su parte, Deolinda, madre de un alumno de 4º grado, y quien prefirió reservar su apellido, expresó que “no funciona ni la cámara que está en la esquina del colegio ni la alarma. Es una vergüenza”.