Pilar: alimentos robados a Acción Social eran vendidos en almacenes
La hija de uno de los punteros del intendente Federico De Achával en Manuel Alberti (Pilar) fue una de las primeras detenidas por el robo -y posterior venta- de mercadería de Acción Social, según el rótulo en las cajas secuestradas por la justicia. Así lo informo el portal Info.Pilar
El primero de los procedimientos, que se iniciaron a raíz de una denuncia anónima, llevó a los efectivos policiales a allanar dos domicilios en los barrios de Manzone y Villa Astolfi, donde un vecino, un par de días antes, pudo tomar la fotografía, que registra el momento en que un camión del municipio descarga las cajas en cuestión en uno de los domicilios allanados. Al respecto, no se informó si hubo detenidos.
El segundo, fue en la esquina de Santa Elena y Los Alerces, en Manuel Alberti, donde efectivamente se detuvo a la mujer, de fuertes vínculos con dirigentes del riñón deachavalista como el propio delegado de Astolfi, y conocidos punteros de la zona.
De acuerdo a lo que pudo saberse, la mercadería secuestrada tenía como destino súper chinos y pequeños comercios de la zona, donde los involucrados en la maniobra se hacían de algún dinero a costa del erario municipal.
Si bien este modus operandi no es nuevo, sí lo es el accionar judicial y la denuncia de algún vecino cansado de ver que en su calle, barrio o localidad se manipulan cajas -muchas- pertenecientes a la comuna y que deberían derivarse a satisfacer el hambre de los más vulnerables y que, en cambio, son utilizadas para mejorar el vivir de un grupo reducido de militantes o punteros.
Esta forma de beneficiarse -que no es nueva sino cosa de todos los gobiernos que de esta manera pagan servicios partidarios como pintadas callejeras, aprietes a opositores, conseguir votantes-, fue denunciada varias veces por Claudio Ponce de León, primero como periodista y después como pre candidato a intendente.
De hecho, uno de los principales ejes de su discurso tiene que ver con la urgente necesidad de reformular la asistencia social y terminar con estas prácticas que nada tienen que ver con la justicia social, la inclusión y el Estado presente, y todos y cada uno de los clichés que repite la clase política casi como un mantra. En ese sentido, el precandidato propone -y lo dice desde siempre- impedir que el reparto de mercaderías quede en manos de punteros y dirigentes y direccionarlo a grupos de probada honestidad y eficiencia como los religiosos. Siempre, claro, bajo la atenta vigilancia del municipio con veedores ad honórem.
La iniciativa puede discutirse, cómo no, pero ya va siendo hora de ocuparse de esta cuestión por parte de quienes quieren -o ya lo hacen- administrar el municipio, y esto también incluye a los concejales que, hasta ahora, jamás incursionaron en esta problemática y la consideran ajena a sus tareas, olvidando que una de sus obligaciones principales es la de controlar el accionar del Ejecutivo, finaliza Info.Pilar.
Es práctica continua, dicen que debería tener 11 productos y entregan 8, muchas veces retirando el aceite, azúcar o cosas de más valor y poniendo en su reemplazo otro cacao, o elemento de poca monta.