Nuevo conflicto con un supermercado
Días atrás, la Municipalidad clausuró el supérmnercado Carrefour de Ingeniero Maschwitz por «múltiples deficiencias en sus instalaciones edilicias, incluyendo el bloqueo de salidas de emergencia con precintos y productos a la venta en estado de putrefacción, incluso con hongos en las góndolas».
Ahora fue el turno del supermercado Coto de Garín, al que la comuna denunciará penalmente «por impedir una clausura preventiva tras una inspección realizada el viernes», según informó la propia Municipalidad. La decisión del cierre se había basado en «faltas a normas referidas a cuestiones ambientales, bromatológicas y administrativas».
Las autoridades de la empresa, «lejos de aceptar las responsabilidades del caso, ordenaron a unos 50 empleados impedir que los inspectores colocaran las fajas y procedan al cierre preventivo del lugar. La situación provocó la llegada de seis móviles de la policía. En ese contexto, para evitar una escalada de los hechos, las autoridades municipales decidieron retirarse y denunciar penalmente lo ocurrido».
En el local los inspectores «habían detectado 23 anomalías referidas a seguridad e higiene y faltas a medidas bromatológicas, lo que hizo que se secuestrara mercadería, incluyendo cárnicos. Por otra parte, se detectó el vuelco de efluentes líquidos sin tratamiento y cinco empleados no contaban con el certificado que habilita a la manipulación de alimentos».
Las autoridades de la subsecretaría de Inspección de Industria, Comercio, Obras Particulares y Espacios Públicos aseguraron que la denuncia penal se realizará en las próximas horas y que el hecho que el establecimiento continúe desarrollando actividades a pesar de la medida dispuesta «agrava aún más su situación».
Las autoridades de la empresa, «lejos de aceptar las responsabilidades del caso, ordenaron a unos 50 empleados impedir que los inspectores colocaran las fajas y procedan al cierre preventivo del lugar. La situación provocó la llegada de seis móviles de la policía. En ese contexto, para evitar una escalada de los hechos, las autoridades municipales decidieron retirarse y denunciar penalmente lo ocurrido».
En el local los inspectores «habían detectado 23 anomalías referidas a seguridad e higiene y faltas a medidas bromatológicas, lo que hizo que se secuestrara mercadería, incluyendo cárnicos. Por otra parte, se detectó el vuelco de efluentes líquidos sin tratamiento y cinco empleados no contaban con el certificado que habilita a la manipulación de alimentos».
Las autoridades de la subsecretaría de Inspección de Industria, Comercio, Obras Particulares y Espacios Públicos aseguraron que la denuncia penal se realizará en las próximas horas y que el hecho que el establecimiento continúe desarrollando actividades a pesar de la medida dispuesta «agrava aún más su situación».
Bueno, las pibas y los pibes de la muni salieron a buscar nuevos recursos
Qué curioso, y nunca antes había sucedido, o nunca antes los inspeccionan en la superficie o a fondo.
¿No será que no quisieron pagar «peaje», tal y como suele actuar luego este municipio con los comercios?
Seguramente Don Alfredo «se olvidó» de pagarle el diezmo a su majestad imperial y ésta se lo hizo recordar…