«Nos acostumbramos a ser inservibles»

Como todos saben en el dia de ayer, lunes 14 de agosto, un nuevo siniestro colapsó la autopista Panamericana. Ya arrancando la semana con cierta normalidad, saliendo a las 6 AM desde  zona Loma Verde, nada hacía pensar que sería el comienzo de una pesadilla. Ya cerca del km 47 el stop era total sobre la ruta. Cuando uno realiza 110 kms diarios por más de 30 meses, ya sabe que solo resta esperar y no existe otra alternativa. Pero lo ocurrido ayer fue mucho más allá de ser un simple accidente seguido de un colapso de tránsito. Lo de ayer fue abandono de persona; en nuestro Código Penal Art. 106;  el poner en peligro la vida o la salud de otro, desamparándolo o abandonándolo   a   su   suerte.
Mi esposo quedó allí varado por el término de 7 horas 15 minutos; y no era solo él quien fue damnificado; cientos de autos y transportes públicos de pasajeros que no tenían alternativa alguna de escapar a dicha situación. En esas horas solo lograron avanzar por al menos 2 kms; que según mis cálculos serian los pequeños espacios que dejaban aquellos que con alguna maniobra atrevida y peligrosa lograban escaparse de algún modo. Lo grave de toda esta situación son las sensaciones y necesidades de las personas que estaban allí, a la suerte del perito de turno o de algún juez que debería llegar para poder luego despejar la calzada. Lo mas calamitoso de un accidente de modo diario, fue la invisibilidad que se le dio a todos aquellos que estaban encerrados en tantos kms sin recibir al menos un poco de agua para poder relajarse.
Permanecí comunicada frecuentemente con mi esposo quien sufre de presion baja y cada 15 minutos estábamos al habla para poder ir monitoreando de cerca cualquier situación anómala; eso me llevo a permanecer a mi alerta y con alto grado de nerviosismo porque te preguntas una y mil veces como ir a su auxilio. Al pasar las dos primeras horas los automovilistas fueron descendiendo de sus vehículos, los pasajeros de colectivos se alejaban caminando entre los carriles, y mi esposo no pudo ni moverse. Lo habían encerrado dos vehículos y con sus dos metros de altura no puede ascender o descender con total facilidad del rodado; teniendo que soportar sentado en la misma posición la cantidad de horas que ya comenté.  Atento a que conozco mis derechos y obligaciones, atento a que uno paga los peajes como Dios manda, atento a que mis impuestos son altísimos y los pago religiosamente; decidí poner manos a la obra y comencé a llamar primero al personal de autopistas DEL SOL, para pedirle que de algún modo monten un operativo de evacuación de los conductores. Tenemos que tener en cuenta que no es un invento mío la suerte de medidas de evacuación. Los shopping tienen planos de evacuación; los colegios tienen planos de evacuación; los cines, teatros, y hasta los micros de larga distancia tienen medidas de seguridad ante una contingencia. Yo supuse que pagando 400$ por dia por transitar la autopista eso me respaldaba y ante un siniestro las personas que recaudaban esos montos sabrían que hacer.  Pero me equivoque; la gente de autopistas me dijo que no dependía de ellos el corte y que mande un mail a atención al cliente si tenía alguna queja. Mi única queja era sacar a mi esposo de allí y a todas las personas que ya estaban empezando a necesitar un sanitario; tomar agua y estirar un poco las piernas ante el entumecimiento de sus extremidades.
Siempre apelando a mi rol de ciudadana y atento a que pago cifras altísimas en concepto de servicios del municipio, me propuse pedir ayuda a la comisaria de la zona Ingeniero Maschwitz, sorpresa o inocencia la mía, me terminaron gritando que los hacia perder tiempo, que ellos no tenían ni idea de como sacar a la gente de allí, y que la única que quedaba era esperar mas horas,  d3ias, meses, lo que sea. Mientras a mi esposo le bajaba la presión, ya estaba empezando a sentir hormigueo en las piernas, atento que la posición de sus piernas llevaba 5 horas de inactividad; a mi me subía la presión entendiendo la invisibilidad que representamos para el municipio por empezar, y para todas las autoridades que deben cuidarnos para terminar. Dado que la comisaría me dijo que supuestamente el kilómetro donde estaba mi marido pertenecía al Municipio de Escobar; me cansé de llamar a Atencion al Vecino,pero fue en vano.
Todo terminó pasado las 7 horas 30 minutos; y la vida cotidiana volvió a su curso normal, y listo aquí no ha pasado nada. Pero me surge una duda; aquí no ha pasado nada?, ¿Por qué nos acostumbramos a ser invisibles? ¿Cuál es el modo,  la herramienta, las posibilidades que tenemos como ciudadanos de primera (usando el concepto para referenciar que somos los que pagamos todo y financiamos la fiesta de muchos otros) para exigir nuestros derechos? ¿Nos gusta vivir así? ¿Nos gusta ser invisibles? ¿Nos gusta ver nuestros derechos aplastados por camiones? Aquellos que frecuentamos a diario la Panamericana sabemos que los camioneros manejan mal, manejan de modo arbitrario y cometen montones de infracciones. Lo cual me lleva a pensar que este no será el último accidente grave y dantesco. Los municipios, la policía y Autopistas del Sol no tienen realizados análisis de riesgo, ni planes de evacuación, ni tienen planes de contingencia para poder destrabar en tiempo y forma situaciones como las de ayer.
Me quedo pensando; ¿cuál es el sentido de todo lo que abono (luz, gas, cable, rentas, municipal, VTV,  seguros, patentes, peajes, etc etc ) si no tengo la más mínima cobertura de ser atendida ante un evento monumental como el de ayer? ¿Por qué motivo solo es importante el vehículo actor del siniestro y no las víctimas indirectas que somos los usuarios? ¿Por qué motivo nadie nos cuida, nadie nos atiende, nadie nos contiene, nadie nos ayuda, pero el minuto 0 donde te demoras en un pago, zas, te encuentran rápido para hacerte un reclamo?. En la de zona Escobar y Loma Verde, tampoco tenemos iluminación en las autopistas y me he cansado de hacer el reclamo, atento a que entran motos, bicis y vehículos sin luces,  y en más de una oportunidad nos encontramos en la oscuridad de golpe a centímetros de herir a alguien.
Me quedo pensando, ¿por qué motivo teniendo cientos de empleados los municipios y las concesionarias viales, no pueden tener a mano planos de evacuación para cuando sucedan estos hechos? Ojala algún día nuestro dinero valga. Ojala algún dia nuestro dinero sea usado para cuidarnos. Ojala algún día como sociedad digamos basta y exijamos que nuestros derechos se respeten. Saludos

Paula M. González