La fuerza de la justicia es la razón (última parte)
Sin embargo y en paralelo a todos estos factores que merman la confianza, la capacidad adquisitiva y la autonomía del ciudadano común respecto del privilegiado funcionario, existen valores todavía más preciados los cuales se ven afectados por los abusos y desbordes de la presente dirigencia y en especial del gobierno actual, valores tales como la cohesión social, la concordia, la prevalencia de la paz, el respeto por la Justicia encarnada en su autoridad legítima, la libertad de expresión, el imperio de la Constitución y la igualdad ante la Ley, el cuidado por el orden público, ideales colectivos propios de una República, a cuyos mencionados dirigentes claramente se les exige encarnar la flor y nata, ser modelos y ejemplos, arquetipos cívicos de aquel ideal de probidad y convivencia, por encima de cualquier diferencia ideológica o partidaria.
Nuestros gobernantes – cumplidos casi cuarenta años desde la restauración democrática- suelen por desgracia incurrir en todo lo contrario y hoy vemos cómo -desde el movimiento arrollador y hegemónico que siempre ha sido el peronismo- vuelve el gobierno una vez más a exacerbar su carácter sectario, a pretender reescribir a su antojo los hechos del pasado para borrar sus propias ignominias y si es posible endilgárselas al “enemigo” (“Mi gran enemigo es Mauricio Macri”, declaró en Alemania el presidente de todos los argentinos, Alberto Fernández, 11/5/ 2022), para fogonear asimismo el resentimiento de clase y reanudando su práctica tan ancestral como infame de adoctrinamiento político en las escuelas, sin mayor escrúpulo a la hora de tergiversar y reavivar rencores de aquella trágica violencia sepultada tiempo atrás, tras los juicios y condenas a represores y a guerrilleros -durante el gobierno del radical R. Alfonsín- y tras los indultos y perdones a guerrilleros y a represores – durante el gobierno justicialista de C. Menem.
Harto conocidos nos resultan ya a estas alturas los miembros de nuestra dinastía patagónica, si los hemos visto alardear en sus propias bóvedas, exhibiendo sin pudor ni disimulo alguno toda su codicia insaciable ¡Éxtasis!, exclamaba San Néstor, sátiro de las cajas fuertes, mientras hoy su viuda -para no ser menos- se encanuta 4,5 millones mensuales por una insólita doble pensión vitalicia, monto equivalente a 110 jubilaciones mínimas, en tanto sus seguidores nos aleccionan con toda vehemencia sobre la justicia social.
Con un menú 24/7 de servilismo y obsecuencia se nutre el narcisismo de “la Jefa”, instada a perpetuarse hasta siempre jamás – “Cristina eterna”, quiso proclamar sin éxito cierta diputada, pues nunca escasean arrastrados y aduladores entre la militancia rentada cuando su móvil es atornillarse al cargo que sea: asesor, asistente, concejal, legislador, intendente, gobernador- y parásitos de esta estofa existen también en la supuesta vereda de enfrente de JxC -vean si no cómo convalidaron extender mandatos muchos de sus diputados bonaerenses- y me permito augurar similares corruptelas entre los airados libertarios quienes ya no tardan mucho en mostrar la hilacha- pues estos abusos no son exclusivos del sector (¿asociación ilícita?) que conduce la suma sacerdotisa desde su santuario de la calle Juncal.
Y hacia aquella ochava con la calle Uruguay, en el pituco barrio de la Recoleta, convergían a diario -así figura en autos judiciales- bolsos rebosantes de fajos con euros a manera de amorosas ofrendas al matrimonio Kirchner, práctica sólo interrumpida por la impertinencia de denunciantes ladinos, periodistas entrometidos y fiscales odiosos contra quienes se viene financiando sin descanso -y va casi para veinte años- a toda una legión de veteranos de aquella juventud autodenominada maravillosa, a burgueses y bohemios palermitanos, a camporistas que todo lo ignoran sobre el rústico odontólogo que llegó a presidente golondrina. Punteros pagos acuden a la llamada de la Pasionaria de la Plata para rendirle pleitesía frente a su domicilio en horas aciagas, cuando la lideresa enfrenta un contundente y humillante alegato acusatorio sustentado en 3 (tres) toneladas de documentos y probanzas, en que se ha elevado ante la Corte y ante la sociedad un pedido de doce años de prisión (“Ahora 12” bautizó al instante el ingenio popular, pueblo el cual -según encuestas recientes- en más de un 70% la considera culpable de corrupción); solicitadas también la confiscación de bienes e inhabilitación perpetua para tan exitosa abogada. Vicepresidente en ejercicio que aún acarrea en su prontuario otros múltiples casos de desfalcos, pero donde la propia procesada durante su declaración indagatoria del 2/12/2019 prefirió vociferar en la jeta misma de los jueces federales “A mí me absolvió la historia. Y a ustedes seguramente los va a condenar la historia. ¿Preguntas? Preguntas tienen que contestar ustedes, no yo”. Años atrás, en 2017, CFK había instruido así al senador Parrilli: “Hay que salir a apretar a esos jueces”
Hoy, promediando ya un proceso judicial que se revela inexorable y cuando la tinta en los libros de Historia se demuestra más lenta en secar que lo que se tarda en bautizar N. Kirchner a todas las plazoletas de la Pátrea, nuestra histriónica acusada ya no sabe -antes de pronunciar sus palabras previas a la sentencia- si enfundarse en su vestido blanco con la indignación de una virgen mancillada, o si fulminar a sus señorías mediante su mirada de basilisco.
Expuesta ya la reina madre bajo la K-riptonita judicial de los Fiscales D. Luciani y S. Mola con su nutrido arsenal de pruebas, ambos Agentes resueltos a cumplir con su deber y reivindicar en cierta medida al Poder Judicial al cual tantos reproches le caben – hoy las perplejas legiones kirchneristas vienen lanzando distinta suerte de intimidaciones y amenazas con la torpeza característica de un entorno que se siente visiblemente nerviosho. Entre tantas sutilezas, no faltó un sindicalista correntino quien afirmase de este modo su rotundo compromiso contra el odio: “Si el dentista del fiscal Mola no le acomodó los dientes, se los vamos a tener que acomodar nosotros, carajo».
Vemos cómo, a las desesperadas, estos buenos muchachos protestan y porfían mientras juran y perjuran que Esha -de tan incauta- es víctima de una vasta manipulación urdida por periodistas perversos y fiscales falaces, confabulados entre sí por un “odio” tan injusto como inmerecido hacia la rea de Tolosa y que ya han pasado aquellos tiempos donde la imbatible CFK nos reconvenía: “Sólo hay que tenerle miedo a Dios y un poquito a mí”.
Restan aún semanas, meses enteros, por delante y desde las últimas trincheras del kirchnerismo seguirán intentando desacreditar -en vano- y llevar hacia el terreno emocional todo aquello que objetivamente no logran refutar en la causa, ante el Tribunal y en los fríos hechos. Nos machacarán con su retahíla sobre un supuesto odio, alegando una injusta persecución contra estos pobres políticos millonarios y todavía atribuyendo más presunto odio, buscando proyectar en cuerpos ajenos aquella viga en el ojo propio, recurso clásico del psicópata.
Y así como en vísperas de las elecciones de 2019 vaticiné en aquel Foro de Vecinos del Cazador, antecedente de este Periódico digital, que -cualquiera fuese el resultado de las elecciones- nada podría detener los juicios por estas denuncias ya entonces incoadas contra CFK vista su abrumadora corrupción en la obra pública, hoy me atrevo a pronosticar que su condena en el marco de las instituciones y del debido proceso es del todo inexorable.
Confío en que lo mismo habrá de ocurrir -más temprano que tarde- para los presuntos actos de malversación perpetrados en el ámbito de nuestra Administración Municipal. Denuncias fundadas asimismo en múltiples pruebas fotográficas y materiales ante el Juzgado Federal de Zárate-Campana y a raíz de cuya falta de resultados investigativos -data de marzo de 2019- se ha urgido a la Fiscalía General en la persona de José Luis Castaño a que se entregue a la parte denunciante el dictamen pendiente del Tribunal de Cuentas provincial, tal como queda expuesto de manera pública, aquí al término del presente artículo.
Diego Luzuriaga (Belén de Escobar)
Qué pena que un medio tan prestigioso cómo éste insista en publicar acusaciones cómo éstas, que sin demostraciones se transforman en calumnias. No deberían seguir abonar al odio entre los argentinos y en este caso, de nuestro terruño chico. Muchas gracias.
Estimado arquitecto Ricci: No veo cómo pueda usted exigir «demostraciones» a un resumen de casos penales con reos ya condenados por el Poder Judicial, oh casualidad, amigos íntimos y/o altos funcionarios de los Kirchner, tales como: L. Báez, J. De Vido, R. Jaime, J. López y A. Bodou, todos ellos sentenciados en audiencias públicas por malversaciones múltiples y comprobadas.
Agréguense similares condenas penales contra personajes como F. Miceli, M. Sala, J. P. Schiavi y R. Baratta. Tenga a bien disculpar alguna omisión involuntaria en mi listado de tan notoria asociación, la cual usted considerará patriótica, a diferencia de este articulista -y diversos Agentes Fiscales y Jueces Federales- quienes la consideramos una vil gavilla delictiva. Sin extenderme en procesos penales aún pendientes de sentencia como los que alcanzan a les niñes Máximo y Florencia y a su progenitora CFK, a quien el miércoles pasado se le ratificó otro procesamiento por peculado, tras comprobarse el uso indebido de aviones oficiales para amoblar sus fantasmales hoteles. Como dijera Juan Domingo Aristóteles: «La única verdad es la realidad». Saludos y ¡hasta la próxima!