La flota de vehículos oficiales y sus costos

Se los observa en todas partes: en los barrios, a lo largo de la Panamericana, en espacios públicos, a la sombra de los árboles, e incluso estacionados en propiedades privadas. La imponente flota de vehículos municipales no pasa desapercibida ante los ojos de ningún contribuyente.

El Intendente, defensor de la noción de un «Estado Presente», pretende llevar el Estado a cada rincón del distrito, incluso si es a través de un vehículo oficial.

Cada automóvil, fácilmente identificable por sus colores característicos y el emblema del Municipio de Escobar, exhibe en sus puertas las abreviaturas y nombres de numerosas reparticiones, como la AMIP, las UGC, Infraestructura, y la lista de dependencias oficiales continúa.

Su adquisición se llevó a cabo con recursos públicos en una época en la que, según las políticas implementadas por el gobierno anterior, «había plata». La Provincia y los Municipios recibían recursos económicos sustanciales de la Nación con la ayuda de una elevada emisión monetaria.

Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente. El actual Presidente sostiene que «no hay plata», ya que se propone detener la emisión de dinero.

Surge entonces el interrogante sobre cómo se mantendrá el enorme parque automotor de Escobar. Su presencia implica gastos en mantenimiento, compra de repuestos, combustible, seguros e impuestos. ¿Cómo afrontará la Municipalidad estos costos?

El «Estado Presente», en este caso a través de una imprudente expansión de la flota vehicular municipal,  acarrea un costo que todos los contribuyentes deben afrontar.