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Inundaciones y urbanización: la advertencia de los ambientalistas
Inundaciones y urbanización: la advertencia de los ambientalistas
Los riesgos hídricos y las inundaciones que afectan al partido de Escobar volvieron a ser planteados por la Asociación Ambientalista del Partido de Escobar, que, con el respaldo de numerosas organizaciones no gubernamentales de la región, continúa promoviendo una petición dirigida al Concejo Deliberante local. El documento ya cuenta con más de mil firmas y expone, de manera clara y didáctica, los graves problemas que enfrenta el distrito.
«La vulnerabilidad a los riesgos de inundación a que se encuentra expuesta la población ya ha sido identificada en el año 2015 por la propia provincia de Buenos Aires (ESTUDIO PLAN INTEGRAL Y PROYECTO OBRAS DE REGULACIÓN Y SANEAMIENTO RÍO LUJÁN), donde se concluye que estos riesgos no existen sólo para la población que se encuentra fuera de los barrios cerrados sobre humedales sino también para sus propios habitantes, incluso el riesgo de inundación para estas superficies, varias ya ocupadas, es de las categorías de riesgo más altas (muy alto (color rosa) o alto (color naranja), como puede verse en el mapa que acompaña la nota, y que pertenece al reciente estudio del año 2024 (Informe Comité de Cuenca del Río Luján, “Avances en el Análisis del Riesgo ante Inundaciones”, Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires, Subsecretaría de Recursos Hídricos; Buenos Aires, Argentina)».
La entidad ambientalista también advierte sobre el rol clave de los humedales en la regulación de estos fenómenos:
«Un humedal es un ecosistema que se caracteriza por tener inundaciones periódicas, estar en condiciones de inundaciones y anegamientos. ¿A qué denominamos humedales? A todas las costas, a los ríos, a las lagunas interiores, también a los arrecifes de corales y a las turberas. En nuestro caso, la cuenca del río Luján, de la que Escobar es parte. Lo que está afectando naturalmente al HUMEDAL es el CAMBIO DE USO DE LA TIERRA. Qué está pasando: los HUMEDALES tienen un equilibrio natural que permite mitigar los efectos climáticos extremos. Tienen la capacidad de adaptarse a los cambios climáticos y de regular las inundaciones. Tienen una estructura determinada, actúan como una esponja en momentos donde hay mucha agua, mucha lluvia y tienen la posibilidad de liberar agua en momentos de sequía. También tienen la capacidad de actuar como filtros del agua y proveer agua pura y de buena calidad».
Más adelante, la organización detalla los riesgos asociados a la urbanización en zonas inundables:
«El Río Luján es un río de llanura. Los ríos de llanura tienen un cauce donde la mayor parte del año el río está confinado a ese cauce y cuando hay una caída de precipitación importante, el río sale de su cauce y se mueve sobre lo que nosotros llamamos llanura de inundación. Que en realidad forma parte del río, no es una zona que no tiene nada que ver con el río, es parte del río. La cuestión es que como esa es una zona que se inunda cada tanto, empieza a ser ocupada en forma permanente, y bueno, ahí empezamos a tener otro problema, porque la ocupación permanente de esos ambientes se hace mediante un sistema de defensa, de polderizaciones, terraplenes, rellenos, es decir se aísla parte de la llanura de inundación de tal forma que cuando viene un evento, se genera un problema aguas arriba. Es decir, aumenta la magnitud de la inundación, que antes de esa urbanización no ocurría. Así que ahí ya hay culpa de algo que está instalado en una superficie, que no debería tener ningún tipo de estructura rígida, solamente debería ser una zona de uso de la tierra como lo que normalmente es, que es una zona de pasturas».
Por último, la entidad subraya la necesidad de repensar las soluciones estructurales y avanzar en la relocalización de las urbanizaciones en áreas vulnerables:
«Si nunca nos hubiéramos metido en esos ambientes, no tendríamos este problema, entonces no habría que hacer obras. Porque esto es como una especie de sistema de retroalimentación positiva. Si yo reconozco que esa es una superficie que no es apta para la urbanización, no tendría esa problemática. Ahora, cuando empiezo a modificarla, empiezo a tener la problemática, entonces empiezo con las obras. Las obras, nosotros desde el punto de vista de la geología y el conocimiento que tenemos de estos ambientes, no somos partidarios de modificarlos directamente, porque el mero hecho de empezar a hacer obras significa que entonces vamos a seguir modificándolos. El tema de las obras, del punto de vista de la economía del balance costo-beneficio, termina siendo muy caro porque tienen que tener un mantenimiento eterno y tampoco van a solucionar el problema, porque van a seguir habiendo inundaciones por más obras que hagamos. ¿Qué es lo que tenemos que hacer normalmente? Tratar de ir relocalizando lo que modificamos, y eso se hace en todo el planeta. Los países desarrollados empezaron a relocalizar, porque se dieron cuenta que desde el punto de vista costo-beneficio no convenía. Básicamente lo que hay que hacer es generar una conciencia que esos ambientes no deberían ser modificados».
Link de la Petición
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Muy interesante información, aunque creo que ninguno de los emprendimientos construídos sobre humedales, Puertos, Canton, Naudir, San Matías o EL Cazal, se inunden. Ellos abren sus compuertas y sus «laguitos» largan todo el excedente hacia los barrios periféricos.