¿Es justa la crítica de Sujarchuk hacia los árboles no nativos?

Durante la apertura de sesiones ordinarias del período 2023 del Concejo Deliberante, el intendente Sujarchuk se refirió durante largos minutos al predio boscoso ubicado en Loma Verde, en el que autorizó la construcción de un complejo habitacional. Una de sus expresiones fue: «ninguno de esos árboles (allí ubicados), uno de esos árboles, son árboles nativos». Esta declaración, que tuvo un sesgo de prejuicio o crítica hacia los árboles foráneos, es bastante común e injusta. En este marco, es importante tener en cuenta que ya a mediados del siglo XIX, se introdujeron en nuestro territorio numerosos árboles que, aunque no son originarios de la región, se han adaptado debido a sus excelentes cualidades botánicas e industriales.

Jorge Derra, vecino de Maquinista Savio, cree que «están usando la necesidad de la recuperación de especies nativas para avanzar en su estrategia de artificialización de los hábitats». En un mensaje difundido a través de una red social, expone reflexiones interesantes sobre este asunto:

Ayer se difundieron fotos de árboles mutilados por la Municipalidad, compartí esas fotos en otro grupo y se generó un debate un poco acalorado. Alguien de ese grupo justificó esa mutilación aduciendo que son árboles exóticos y que lo que corresponde es poner árboles nativos. Le respondí que él y yo también somos exóticos porque si bien nacimos cerca,  nuestros ancestros primogénitos vinieron de otros continentes igual que esos árboles. Pero así como nosotros nos naturalizamos y asociamos a nuestro hábitat, los árboles también lo hacen y que después de varias generaciones y más de 65 años de vida, yo no creo ser exótico y los árboles tampoco deberían ser considerados así porque están plenamente adaptados al lugar donde viven desde hace tanto tiempo. Si bien hay que preguntar y defender la plantación de árboles nativos, eso no puede ser excusa para aniquilar árboles centenarios con un sentido xenófobo, casi el mismo que se utiliza contra los migrantes de los países limítrofes.

¿A qué viene todo esto? Simplemente creo que están usando la necesidad de la recuperación de especies nativas para avanzar en su estrategia de artificialización de los hábitats. Sacar árboles de 60, 70, 80 o más años y reemplazarlos por nativas venidas de invernáculos con uno o dos años de vida, es arrasar con  decenas y casi centenas de años de historia, de procesos biológicos, de microbiota evolucionando, de hábitat transformándose y es en definitiva un tremendo acto de hipocresía, porque muy pocos ha de haber que gusten de vivir en las verdaderas condiciones naturales en que se desarrollaron esas especies nativas hace miles de años  y, además, si un árbol rompe una vereda es porque la vereda lo está lastimando o al menos le está impidiendo su crecimiento. Entonces ¿quién es más exótico, el árbol o la vereda?   Defendamos el uso de nativas pero no dejemos que las usen como arma y excusa para volver a exterminar.