Cuando el barro se adueña del camino

La calle Manny, en Belén de Escobar, es un claro reflejo de lo que sucede cuando una calle de tierra, descuidada y olvidada, se enfrenta a la lluvia. El barro, espeso como una trampa, se adueña del camino, transformándolo en una trampa implacable para los vecinos que dependen de él.

Son muchos escobarenses, como mencionábamos días atrás, que sienten cómo el temor crece junto a los nubarrones oscuros que anuncian lluvias y tormentas.

En pleno siglo XXI, hay personas que no pueden salir de sus hogares, atrapadas en el lodo de una realidad que habla de un país y un Escobar que no son una isla, sino un reflejo de un atraso persistente.