Cráteres

Es miércoles 14 de octubre, «proa» a Pilar para hacerme una resonancia. Al regresar y entrar en nuestro partido, mi esposa, excelente copiloto, me da el «alerta»: ojo, cráter a la derecha, otro a la izquierda, después de cruzar la barrera de Matheu seguía el problema. Verdaderamente indignante. Una rueda en uno de esos enormes agujeros seguramente destruye cualquier tren delantero. Años atrás, con la gobernación en manos de otro espacio político, bueno, tal vez podría ser entendible, pero ahora, ¿¡todos tirando del mismo carro!? ¿O no? Esto lo vivimos hoy y no lo puedo entender. Se vuelve a hablar de proyectos y no se puede mantener lo «hecho».
Para cerrar: ya en Escobar centro, pasando la barrera, otra vez el famoso Rastrojero, alguna vez marrón, con patente vieja, creí que había desaparecido de la escena, pero sigue ahí. Hace 25 años que no puede circular, no puede tener seguro alguno. Eran las 12 de este miércoles y estaba sobre la Av. 25 de Mayo. No conozco al conductor, un viejito como yo, que llevaba verduras en la parte trasera. Seguramente es una persona más que humilde, ¿pero las reglas son para todos o para algún grupo selecto? Tenemos cada vez más policías, motos, más y más patrulleros, pero los temas «simples» no se resuelven. ¡Es lo que hay!
Ricardo Pfeifer