Concejal impulsa más información y menos propaganda en la cartelería municipal

Días atrás, en un artículo titulado ¿Una oficina de información pública en Escobar? Un paso hacia la transparencia y apertura nos referimos a la falta de transparencia y al ocultamiento de información en la gestión municipal, y al derecho que tiene cada vecino de saberlo todo, absolutamente todo, por una razón muy simple: lo que hacen nuestros gobernantes lo hacen con el dinero de todos. En esa línea, señalamos que todos deberíamos tener acceso a respuestas como: ¿Cuánto cuestan los espectáculos artísticos? ¿Qué se paga por cada catering en los actos oficiales? ¿Cuál es el verdadero costo de cada kilómetro de asfalto? ¿Cuánto desembolsa el municipio por la contratación de la empresa de recolección de residuos o poda?

Propusimos entonces una solución que no solo fortalecería la transparencia, sino que también elevaría la satisfacción ciudadana: ¿Por qué no habilitar una oficina pública equipada con una computadora, un agente municipal, y la firme voluntad de ofrecer a cualquier vecino toda la información que solicite? «Los gobiernos que no tienen nada que esconder, los que trabajan con las manos limpias, no deberían temer una iniciativa así. Al contrario, la sociedad no solo aprueba políticas de este tipo, sino que las reclama a gritos. Solo se necesita voluntad política para avanzar hacia un gobierno abierto, transparente y participativo», afirmábamos.

En paralelo, nos llegó la noticia de un proyecto de ordenanza presentado por la concejal María Gabriela Hernández (Proyecto Escobar), que aborda esta misma cuestión de la transparencia. Según ella, los concejales, como representantes de los vecinos, «debemos asumir el compromiso irrenunciable de promover las acciones tendientes a incrementar el grado de transparencia y ética en el ejercicio de la Administración Pública». Y enfatiza: «Desde todos los sectores de la sociedad, gubernamentales y no gubernamentales, se nos reclama un compromiso ético en el ejercicio de la función pública y el dictado de normas que garanticen tal calidad en la gestión del Estado Municipal».

Las consideraciones de la concejal son música para los oídos de una ciudadanía que se resiste a aceptar que el ocultamiento de la información sea la norma en nuestra democracia. La Dra. Hernández subraya que «muchos son los canales con los que el gobierno cuenta para publicar sus actos y garantizar a la ciudadanía el acceso a la información. Entre éstos, está la publicidad, publicidad que se realiza por medios impresos, online, exterior fija o estática a través de cartelería, por medios masivos de comunicación, etc». Además, destaca un principio que parece estar perdiéndose en el ruido de la propaganda oficial: «La publicidad oficial no debe ser utilizada como medio propagandístico de la gestión de gobierno de turno, tampoco debe contener nombres propios ni estar al servicio de destacar sus logros de gestión como logros personales». Su único propósito debe ser brindar «información objetiva, simple, oportuna y accesible a todos los vecinos del municipio».

El artículo 3° de su proyecto de ordenanza incluye quizás el punto más sustancial y digno de elogio: «Establécese que en toda publicidad oficial de actos, programas, obras, servicios, espectáculos, promoción, implementación y difusión de políticas públicas y campañas de la Municipalidad de Escobar deberá constar el costo total realizado, erogado o, en su caso, presupuestado para dicho acto de gobierno; el origen de los fondos invertidos o a invertir para sufragar su costo».

Este proyecto, presentado en abril de este año, refleja una necesidad urgente de la sociedad. Sin embargo, y sin ánimo de ser pesimistas o escépticos, nos preguntamos si, como tantos otros intentos de cambio, el documento no estará durmiendo en el fondo de algún cajón del Honorable Concejo Deliberante, esperando ser rescatado del olvido.