¿Una oficina de información pública en Escobar? Un paso hacia la transparencia y apertura

Recientemente, el senador libertario Abdala confesó contar con 15 asesores que le cuestan al Estado 25 millones de pesos mensuales, destinados a respaldar su campaña política en San Luis, con la mira puesta en la gobernación. Mientras tanto, se ha dado a conocer que el gobernador Kicillof creó un cargo para su amigo y exgobernador de Chaco, Capitanich, con un salario estimado en 15 millones de pesos, liderando un «Centro de Estudios Federales» del Banco Provincia.

Cada día trae consigo nuevas revelaciones. Se multiplican las denuncias de nepotismo, despilfarro, corrupción y  de ladrones sinvergüenzas.

¿Y en Escobar, cómo estamos? Difícil saberlo. El secretismo es inmenso. Las noticias sobre obras municipales y buenas acciones se propagan a los cuatro vientos, pero la información relacionada con las cifras se oculta con celo. Se gasta, se compra, se contrata, pero pocos conocen los detalles. ¿Cuánto cuestan los espectáculos artísticos? ¿Qué se paga por cada catering en actos oficiales? ¿Cuál es el costo real de cada kilómetro de asfalto? ¿Cuánto se desembolsa por la contratación de la empresa de recolección de residuos o poda? Escobar intenta proyectar una imagen de transparencia y honestidad, proclamando con orgullo que es «el primer organismo de gobierno de Argentina en lograr la certificación ISO 37001, la norma más relevante en transparencia y anticorrupción a nivel mundial.»

Pero, ¿basta esto para evitar la corrupción?

La opacidad en un Estado es el caldo de cultivo perfecto para la corrupción, la ineficiencia y el abuso de poder. La transparencia es una de las herramientas más poderosas para combatir los vicios y las tentaciones del poder, que solo generan injusticia y miseria.

¿Qué tal si imaginamos un gobierno alejado de los intereses de unos pocos y pensado para el beneficio de las mayorías? Una propuesta que fortalezca la transparencia y eleve la satisfacción ciudadana: ¿Por qué no habilitar una oficina pública, equipada solo con una computadora, un agente municipal y la firme voluntad de ofrecer a cualquier vecino toda la información que solicite? Los gobiernos que no tienen nada que esconder y que actúan con manos limpias no deberían temer una iniciativa como esta; al contrario, la sociedad no solo aprueba políticas de este tipo, sino que las reclama a gritos. Solo hace falta voluntad política para avanzar hacia un gobierno abierto, transparente y participativo.