Ambientalistan responsabilizan a la Municipalidad por la destrucción de los humedales

La Organización de Ambientalistas Autoconvocados de Escobar difundió una dura nota contra el Intendente Sujarchuk, a quien responsabilizan de estar «completamente a favor» de urbanizar los humedales. Entre los principales conceptos del artículo, se destacan los siguientes:

  • En los ya lejanos meses iniciales de su gestión en el año 2016, Ariel Sujarchuk afirmó: “mientras yo sea Intendente, no se van a aprobar nuevos barrios cerrados” en el contexto de una nota donde específicamente se lo entrevistaba por el tema de los barrios náuticos sobre humedales (Revista Día 32, Diciembre de 2016). Este discurso se vio luego reforzado por una constante reivindicación mediática de haber preservado “11 mil hectáreas de humedales” a través de dos ordenanzas a las cuales calificó reiteradamente de «históricas». Pero tal como hemos mostrado en esta nota,  el municipio, sugestivamente, jamás completó el trámite provincial requerido para poner en vigencia las ordenanzas, de modo que la reivindicación del Intendente resulta, cuando menos, exagerada y discutible.
  • La realidad, más allá de cualquier declaración, es que desde la asunción del Intendente Sujarchuk en diciembre de 2015, la destrucción de humedales a causa de las urbanizaciones continuó su avance al mismo ritmo previo, a razón de unas 100 hectáreas por año, y ello a pesar de sus múltiples ilegalidades e incumplimientos. Y fue sólo gracias a las acciones judiciales como las emprendidas por nuestra Organización, que la pérdida no fue aún mayor.
  • Finalmente, ante el conflicto concreto suscitado por la situación judicial del barrio náutico Naudir Delta -quizás el más emblemático de todos estos emprendimientos debido a su escandalosa ilegalidad- el Intendente se vio forzado a sincerar su posición. Este giro se expresó crudamente y sin ninguna sutileza, al inaugurar hace pocas semanas una obra vial vinculada al acceso a los barrios náuticos. El video, de apenas 17 segundos, exhibe el momento preciso en el cual Sujarchuk demuele todo su discurso ambiental previo.
  • Allí el Intendente reconoce sin ambigüedad su postura favorable a la urbanización de humedales, admitiendo estar “completamente a favor” de que los inversores inmobiliarios hayan comprado tierras “a tres dólares” para venderla “a miles de dólares”. Además, en un intento de fundamentación, identifica a la expansión urbana sobre humedales con el “desarrollo” del distrito. Finalmente, alega que “los costos (ambientales) no deben pagarlos siempre los demás” como si tal cosa fuera posible.
  • Ya hemos explicado en otros artículos que la rentabilidad extraordinaria obtenida al destruir humedales para urbanizarlos nada tiene que ver con la recompensa a la habilidad, la creatividad, o el riesgo empresarial de un negocio típico, sino que depende exclusivamente de privilegios que discrecionalmente otorga el estado municipal y provincial a este sector a través de las normas de cambio de uso del suelo, y a través de la impunidad con la cual les permite externalizar sus enormes costos ambientales. En otras palabras, no hay otra forma de urbanizar humedales que no sea a costa de la sociedad en su conjunto.
  • Tal vez lo más sintomático de los dictámenes municipales, es que ninguno de ellos, ni siquiera el del área de Ambiente, menciona la existencia de la Reserva Ambiental La Cañada, la única área natural protegida del distrito de Escobar, lindera al emprendimiento Naudir Delta, y que en el caso de continuar las obras enfrentaría su definitiva destrucción.