¡Algo está cambiando! o ¿algo está cambiando?

Quienes tienen algunas (¡o varias!) décadas de edad recordarán lo bullicioso que solían ser nuestras calles en el pasado. Los automovilistas solían conducir con la mano lista para tocar la bocina ante cualquier insignificancia. Era una mala costumbre que hacía la vida en la ciudad y en los barrios insoportable. El bocinazo se había convertido en una tradición desagradable. Habíamos naturalizado el ruido excesivo.

También era común, décadas atrás, la presencia de densas, oscuras y tóxicas nubes que emanaban de los tubos de escape, especialmente de colectivos y camiones. Todo quedaba contaminado a su paso. Respirábamos sustancias tóxicas, algo que también habíamos aceptado como algo normal.

Las cosas han cambiado para mejor: hoy en día se escuchan pocos bocinazos y las emisiones tóxicas se han reducido significativamente.

A estas positivas transformaciones parece sumarse lentamente otra buena práctica en las calles, común en países donde se respeta al prójimo. Nos referimos al respeto de las sendas peatonales y la prioridad de paso del peatón. Últimamente, se observa que en algunas esquinas de Belén de Escobar, los vehículos se detienen cuando una persona está por cruzar la calle. Con una actitud positiva, muchos automovilistas comienzan a aceptar y respetar una norma de tránsito que siempre debió ser cumplida. Debemos seguir aceptando que en las sendas peatonales ubicadas en esquinas o en medio de la cuadra de una arteria (ya sea una calle poco transitada, una avenida o una ruta), siempre es el peatón, sin importar su edad o género, quien tiene prioridad de paso.

Pese a que en algunos aspectos los argentinos parecemos estar retrocediendo, en otros se evidencia un cambio cultural positivo, lento y progresivo que debería permitirnos vislumbrar el futuro con mayor optimismo y confianza.

Por último, una propuesta: sería excelente que en lugar de destinar los espacios de los carteles en la vía pública a tanta propaganda política, se utilicen para promover campañas, como por ejemplo, sobre el respeto al peatón.