Violento robo en un supermercado

Un violento robo a mano armada tuvo lugar este martes a la noche en un supermercado de Belén de Escobar, donde dos delincuentes armados con una escopeta atemorizaron a empleados y clientes durante varios minutos. Finalmente, se llevaron una caja registradora del comercio y un bolso lleno de cortes de carne. Así lo informó  El Día de Escobar.

El hecho ocurrió en el supermercado “La Torre”, en el barrio Philips. Alrededor de las 20.15, un hombre y una mujer ingresaron al local vistiendo llamativas camperas con capuchas que les tapaban casi todo el rostro.

Apenas entró, el sujeto exhibió una escopeta y golpeó a un cliente detrás de la cabeza. El hombre estaba en la línea de cajas junto a su mujer y su hija, menor de edad, quien comenzó a llorar del susto. “Callala porque te la mato”, le gritó al padre.

En una actitud por demás agresiva, la pareja de delincuentes también rompió una caramelera de vidrio y una computadora. Apuntando a todos con su escopeta, el malviviente obligó al carnicero a llenarle el bolso con mercadería.

“Entre clientes y empleados éramos siete u ocho personas. En total estuvieron diez minutos, fue interminable”, aseguró una víctima, quien debió permanecer todo ese tiempo de rodillas y con la vista al piso.

Tras ir y venir por los pasillos con su escopeta, el hombre se cargó al hombro el bolso con la carne y escapó junto a su compañera, que se llevó una de las cajas registradoras, con recaudación del día, unos 300 mil pesos. La secuencia completa del asalto quedó registrada en las dos cámaras de seguridad del comercio.

A la consternación por el violento robo sufrido, se le sumó le indignación por la inacción de las fuerzas de seguridad para evitar que los delincuentes escaparan. “Se fueron caminando y en la esquina había un móvil de Prevención Comunitaria. ¿No les sorprendió que dos personas anduvieran de campera con el calor que hacía y llevándose una caja registradora?”, expuso una testigo.

“Nos dijeron que no podían hacer nada y que no tenían radio para dar aviso a la Policía. Después llegaron los patrulleros y empezaron a buscarlos, pero no los encontraron, ya se habían escondido. Seguramente son del barrio”, conjeturó la mujer, indignada por toda la situación.

Por otra parte, la mujer contó que la inseguridad en los comercios del barrio Philips es moneda corriente. “En diez años, a nosotros es la tercera vez que nos pasa. Pero fácil hay dos robos por semana, pasa que muchos vecinos ya ni se toman la molestia de denunciarlos. Por eso creo que es importante que este caso se conozca”, concluyó.