Veredas de Escobar: «Caí y tenía la cara destrozada con rasguños y cortes»
No solo los baches y la destrucción casi generalizada de la infraestructura vial, especialmente en los barrios del distrito, provocan toda clase de protestas. También las veredas son objeto de grandes críticas, ya que sus condiciones distan mucho de ofrecer una mínima seguridad a los peatones que intentan desplazarse por ellas. Y las consecuencias de una caída no son menores: dolores físicos, fracturas, roturas de dientes y otros inconvenientes graves son comunes en niños y adultos.
Recientemente, caminando por Belén de Escobar, un peatón se encontró con una escena angustiante: una mujer de unos 75 años, con el rostro ensangrentado, estaba siendo atendida por personas que la vieron caer de bruces. «Dolorida desde las rodillas hasta la frente, se sentó a esperar la ambulancia», comentó el hombre, estupefacto, que se preguntó si no «era hora de que empecemos a mejorar las veredas en Escobar».
«¿Cuánta gente se ha lastimado solo caminando? ¿Cuáles son las causas y las consecuencias?», se preguntaron varias personas que presenciaron el episodio.
Otra vecina aprovechó para dar testimonio de una experiencia personal: «Me caí en la vereda del museo, frente a la farmacia de Genéricos, un sábado al mediodía a principios de junio de 2019. ¿La causa? Las baldosas rotas y sueltas. Enganché la punta de la bota en un pedazo y me caí de frente. Por más que extendí las manos para amortiguar la caída, fue imposible evitarla. Entre mi marido y un señor me ayudaron a levantarme, cosa que recién pude hacer después de varios minutos. Tenía la cara destrozada con rasguños y cortes, la boca lastimada por dentro y por fuera, la raíz de un diente quebrada, moretones en el pecho y las rodillas por el golpe, y las dos muñecas con esguince». La señora recuerda que, meses después del incidente y debido al golpe en la boca, «se comenzaron a girar los dos dientes frontales de abajo y hasta el día de hoy tengo que ir al dentista cada quince días para regular el aparato corrector que me pusieron». Esta misma persona denunció la situación de otra vereda donde ha visto caer personas: «en Asborno entre Tapia y Ameghino, frente al banco».
Un vecino mencionó otra vereda crítica para cualquier peatón: «La cuadra del Santa María, donde siempre se ve a un abuelo patinando».
Y la lista continúa.
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