Un constructor de obras y piezas gigantes
Para muchos jóvenes es un “ídolo”. Los mayores no dejan de sorprenderse ante las obras que realiza este talentoso artista que a los 15 años abandonó su provincia del Chaco con rumbo a Escobar.
Cuando Diego (25) llegó a tierras escobarenses, empezó a trabajar como tapicero. “Empecé desarmando sillones, aprendí a armar estructuras de sillones, aprendí bastante”, recuerda. Después de un tiempo irrumpió ese “espiritu creativo» que lo caracteriza y empezó a pintar murales, “que salieron de 10“, afirma con orgullo. “Me empezó a llamar la gente que va al gimnasio (su segundo empleo en Escobar) para felicitarme y hacerme pedidos, y así me fui extendiendo”. Paralelamente aprendió la técnica de difuminar, “aprendí a hacer letras, aprendí colores y después empecé con artesanías a escala pequeña y de ahí fuimos (junto a su novia) empezando a innovar, siempre con ánimos de superarnos e ir por más”. Hasta que alguien sugirió hacer una plaza temática con animales grandes luego de descubrir las esculturas que habían hecho de pájaros utilizando viejas cubiertas. “Hicimos tucanes, loros, papagayos, que se hacían con una sola cubierta. Empezamos creando, dando vida y después surgió la idea de construir animales en extinción que le interesaron de sobremanera a un comprador en Don Torcuato, que empezó a venderlos con éxito”. Este mismo hombre los impulsó a hacer “cosas más grandes”, entre ellas un caballo.
¡El primer animal «grande»!
Aquello fue un reto, todo un desafío Le dimos la textura, la forma y nos inspiramos en el caballo de Troya, en cómo le habían hecho la estructura y después lo empezamos a forrar.
¿Cómo se les ocurrió trabajar con material reciclable?
Era lo más barato, porque no teníamos mucho para invertir, algo barato y ecológico, porque también queríamos respetar la onda de la ecología, queríamos reciclar. Vimos que los neumáticos eran fáciles de cortar y de conseguir. Los encontramos en Escobar en todos lados, en gomerías, baldíos, y así empezamos a producir.
Hasta que llegaron a oídos de la costa atlática…
Después del caballo nos pidieron una tortuga y después sí, nuestro trabajo se conoció en Mar del Tuyú, donde estaban en campaña para rehacer un barco llamado el Gran Coqui, muy emblemático de la zona, que era de chapa y estaba picado y oxidado. Se venía la temporada y no estaba apto para que los niños jueguen. Entonces buscaban un material que no se oxide. Presentamos un proyecto utilizando madera y los neumáticos, y nos dieron el ok. Nos fuimos a la costa con un poco de miedo pero gracias a Dios pudimos realizar el trabajo y quedó una réplica de un barco.
¿Cómo fue la repercusión?
Quedaron encantados y como se iniciaba en esa época la pesca del camarón surge la idea de hacer un camarón gigante, enorme, de 9 metros. Fue otro desafío. A todo esto ya se empezó a armar un revuelo porque el barco había resultado ser un éxito, hasta nos entrevistaron de la televisión. Y a raíz de la escultura del camarón decidieron crear la Fiesta del Camarón Costero.
El trabajo continuó luego en Santiago del Estero..
Así es, eran tiempos de dengue y tenían muchos neumáticos en desuso donde se juntaba agua y que no querían quemar para evitar la contaminación del aire. Nosotros no usamos los neumáticos enteros, los cortamos en lonjas y así no tienen cómo acumular agua. Terminamos los proyectos para crear animales en extinción y nos mandan a técnicos del municipio para cerciorarse de la seguridad de lo que haríamos. Quedaron muy conformes con el producto final. Después nos fuimos a Clodomira, una zona muy humilde a unos 30 Km de la ciudad. Con chicos que no tienen posibilidad de viajar y se nos ocurrió la idea de hacer elefantes, jirafas, animales que los niños quizás jamás verían en un zoológico. ¿Por qué no hacerlo acá? Nos gustó la idea, este nuevo reto, y lo hicimos. La alegría de los chicos fue única. Sabíamos que nos íbamos y que le dejábamos algo para disfrutar por largos años.
¿Qué sucedió en Urutau?
Urutau es una localidad al norte de Santiago del Estero que no llega a tener 200 habitantes. La gente es muy humilde y como nos habían sobrados colmillos, pinturas y otros elementos decidimos donarlos y hacer una ecoplaza. Se trabajó con muchos vecinos, que salían prácticamente del monte, y se hizo una plaza gigante, lo que tuvo mucho impacto en las redes sociales. De Buenos Aires recibimos algunas donaciones y pudimos hacer una plaza en medio de la nada, mientras la gente compartía con nosotros su escaso alimento.
Siempre respondieron afirmativamente a cada pedido que se les formuló…
Tenemos esa confianza desde que arrancamos, aunque a veces surge la pregunta de cómo lo hacemos. Después rompimos ese hielo y empezamos un período como más fácil, más fluido. Usamos la imaginación y sacamos ese don, porque todos tenemos un don, solamente tenemos que escarbar un poquito, esforzarnos y sacar todo el potencial que tenemos. Cada reto, aunque parezca imposible, tenemos que afrontarlo, decir que lo podemos hacer. Tenemos espíritu de crear o de hacer algo, y así fuimos haciendo dinosaurios, palmeras y de hecho que cuando terminamos la obra nos asombramos nosotros mismos porque los tamaños son enormes.
También presentaron una iniciativa al Municipio de Escobar…
Presentamos proyectos a gran escala, y una muestra de un broncosaurio de 8 metros por 4 metros de alto, pero no tuvimos respuesta. Aca tenemos vecinos y viveros donde vendemos nuestros tucanes y papagayos en forma de macetas. También hacemos murales, letras, pasacalles, grafitis, aunque para estos últimos hay bastante competencia.
¿Cuál es la propuesta para Escobar?
Hoy ya no se pueden tener animales vivos en zoológicos, por eso me gustaría hacer un zoológico con todos los animales a escala real, cada uno en su hábitat, y de fondo un muro que ilustre el hábitat del animal. Es la idea que presentamos acá. La única vez que el Municipio trajo animales prehistóricos recreados fueron de fibra y resina a la Fiesta de la Flor. Tengo entendido que los trajeron de China, pero eran esculturas que se hacen con máquinas, en fábricas.
Por último, Diego, ¿cómo pueden las personas comunicarse contigo y dónde pueden ver algunas muestras de tus numerosas obras?
Mi Facebook es DieGo Artes y mi WhtasApp: 3644364609. ¡Muchas gracias!
Deja tu comentario