Tras la victoria del oficialismo, vecinos temen contraofensiva oficialista a favor del bingo

La pulseada por la instalación de una sala de bingo en Ingeniero Maschwitz sigue abierta y mantiene en vilo a los vecinos.

Primero, la Justicia respondió en línea con lo que reclamaba la comunidad. La jueza Mónica Ayerbe dictó una medida cautelar que suspendió la ordenanza municipal “por falta de estudios ambientales, transparencia y por ser incompatible con el uso residencial”. Además, remitió el expediente a la Suprema Corte bonaerense y exigió al Municipio información detallada sobre los promotores del proyecto, los estudios técnicos, la zonificación, los propietarios y el grado de participación ciudadana.

La Suprema Corte de Buenos Aires ratificó esa suspensión y rechazó los recursos del Ejecutivo local, consolidando un freno judicial que fue leído por los vecinos como “una buena noticia para los escobarenses”. Finalmente, el propio Municipio reconoció que no existe un proyecto formal ni expediente en curso: “Cualquier futuro intento deberá respetar todos los pasos legales, técnicos y de participación ciudadana”, celebraron los autoconvocados, quienes lo consideraron “una victoria de la comunidad, de la justicia independiente y del cuidado del entorno urbano. Una clara muestra de que los vecinos unidos pueden lograr grandes cosas”.

Sin embargo, el escenario cambió tras las últimas elecciones. La revalidación en las urnas del intendente encendió nuevas alarmas entre los vecinos, que temen un avance político para reactivar el proyecto.

“Ganó Sujarchuk y el barrio sigue en alerta”, afirman referentes del movimiento vecinal. “En Escobar, el intendente revalidó su poder en las urnas”, recuerdan, subrayando que fue “uno de los principales impulsores del bingo en Maschwitz: defendió la ordenanza exprés aprobada en apenas 21 días, y trató de esquizofrénicos a quienes cuestionaban el traslado del juego”.

Y aunque reconocen que “la Justicia lo frenó”, advierten que ahora el jefe comunal cuenta “con más poder político”, lo que, según sostienen, le permitiría “intentar presionar para revertir lo que ya está suspendido”.

“Por eso, más que nunca, los vecinos tenemos que estar organizados y atentos. El barrio no se vende, el bingo no va a pasar”, remarcan los autoconvocados.

En ese marco, apuntan contra Sujarchuk: “Quiere tomarnos el pelo. Miente con que, según él, el proyecto del bingo era un ‘master plan conceptual’, pero nosotros sabemos que es mentira. No le alcanzó con ganar el domingo; ya quiere instalar que el reclamo de los vecinos fue una exageración”.

Aseguran además que  “quiere apelar la cautelar que frenó el bingo y volver a encajarnos un proyecto ilegal en plena zona residencial”. La mayor preocupación sigue siendo que el emprendimiento se construiría “sin estudios ambientales, sin consulta vecinal y a metros de escuelas y de un centro de rehabilitación”.

Confiados en que la Justicia mantendrá la medida, los vecinos ratifican su postura: “El barrio ya dijo NO y no vamos a retroceder”.