Tránsito en jaque: semáforos descoordinados generan largas esperas

El nuevo semáforo instalado en la intersección de la calle Libertad y la Ruta 25 se convirtió en el tema del día. Lo que se presentaba como una solución a un cruce peligroso, ante la ausencia de una rotonda, terminó generando un nuevo problema: salir o regresar a casa ahora exige una dosis extra de paciencia (ver el siguiente link: https://lc.cx/ADc1UE).

«Las demoras llegan a media hora», se quejó un automovilista indignado. «En lugar de facilitarnos la vida, solo la complican. Qué alivio sentimos cuando inauguraron esta calle, porque antes atravesar Belén de Escobar para llegar a la Panamericana era un suplicio. Ahora, volvemos para atrás. ¡Y eso que aún no empezaron las clases!»

Por su parte, una mujer contó a Periódico El Cazador que el caos registrado ayer por la tarde no se debía al flamante semáforo—que en el momento en que ella pasó no estaba funcionando—sino al personal de Tránsito. «Fue una locura. Cada vez que veo a los de Tránsito a la distancia, trato de evitarlos yendo por otra calle para evitar el caos que generan, pero aquí me resultó imposible porque Libertad no tiene otras salidas», relató.

El problema es evidente: el semáforo está mal sincronizado, y la Municipalidad no tuvo en cuenta el caudal de tránsito que circula por ambas arterias. La congestión varía según el horario, y la Ruta 25, en particular, se satura en las primeras horas de la mañana, cuando camiones de construcción y trabajadores se dirigen hacia los countries de la zona, incluido Puertos. Sin embargo, en otros momentos del día, el flujo sobre la Ruta 25 disminuye mientras que el de la calle Libertad aumenta. Solo se trata de ajustar la sincronización del semáforo de manera adecuada.

El intendente habla con entusiasmo sobre el uso de la tecnología y la inteligencia artificial. Sin embargo, este caso parece demostrar lo contrario: si la IA está involucrada, o bien no está funcionando correctamente, o quienes la manejan no comprenden su lógica. Algo, sin duda, falla.

Lo mismo ocurre con los nuevos semáforos de la Avenida San Martín, entre el acceso a El Cazador y Belén de Escobar. «Antes funcionaban bastante bien, las demoras eran relativamente breves. Ahora hay que detenerse en cada semáforo y esperar más que nunca. Lo más absurdo es que frenan el tránsito innecesariamente, porque por las bocacalles no pasa nadie: ni peatones ni autos», afirmó un automovilista. El cambio de sistema transformó básicamente semáforos de dos tiempos en tres tiempos: «Los jerarcas del municipio no tienen idea de lo que han hecho, claro, ellos viven en countries muy alejados de la realidad».  

La misma situación ocurre en la Ruta 25, pero entre la Panamericana y Matheu, donde las protestas también se acumulan: «Qué hermoso sería que los semáforos estén en sincronía», «En época de clases es muchísimo peor», advierten dos automovilistas que circulan a diario por la zona.

Mientras las quejas se multiplican, la falta de planificación en la sincronización semafórica queda en evidencia. Lo que debía mejorar la fluidez del tránsito ha terminado convirtiéndose en un obstáculo más.